La presidenta Cristina Kirchner
dobló ayer la apuesta en su pelea contra el Poder Judicial y elevó al extremo
la escalada con los jueces y fiscales. Mediante una carta pública denunció que
"el verdadero hecho político e institucional de la marcha del 18-F fue la aparición pública y ya inocultable del Partido Judicial"
al que descalificó por "opositor", "destituyente" e
intentar "desestabilizar al Poder Ejecutivo y desconocer decisiones del
Poder Legislativo".
Se trató de su primera respuesta a
la masiva "Marcha del Silencio" del miércoles último, convocada por
los fiscales como homenaje a la sospechosa muerte del fiscal de la AMIA Alberto
Nisman. La Presidenta terminó de enfurecerse por la complicación al día
siguiente de varias causas judiciales que afectan a funcionarios kirchneristas.
De su puño y letra, la mandataria
publicó una extensa "reflexión" en su página web y en su cuenta de
Twitter mientras descansaba en la residencia oficial de Chapadmalal, de donde
regresaría hoy.
"¿Viste lo que te dije sobre
el Partido Judicial? Porque además de ser Partido, es opositor y destituyente
del Gobierno. Pero no de cualquier Gobierno. De este Gobierno", ironizó
con su pluma Cristina Kirchner.
La particular dureza de la carta
generó reacciones negativas entre los principales referentes opositores, así
como entre jueces y fiscales (ver página 10).
Por el contrario, fue apoyada por
las figuras oficialistas que hablaron del tema. El ministro del Interior y
precandidato presidencial kirchnerista, Florencio Randazzo, respaldó la
ofensiva de Cristina."Ni el partido judicial, ni los buitres de afuera, ni
los rapiñeros de adentro podrán detener este proyecto político", dijo en
un comunicado. También Daniel Scioli habló tras la difusión de la carta.
"Algunos buscaron la oportunidad de un golpe político, tanto en la
desgracia como en la marcha. Han querido aprovechar una situación para sembrar
zozobra, desesperanza. Se han puesto muy en evidencia", señaló. El
ministro Julio De Vido y el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, también
apoyaron la carta de Cristina Kirchner.
La Presidenta dejó los eufemismos
de lado. "El 18-F fue decididamente una marcha opositora, convocada por
fiscales y apoyada por jueces y todo el arco político opositor", dijo en
su misiva cargada de adjetivos.
"El 18-F no es el homenaje a
un fiscal, ni siquiera un reclamo insólito de justicia, sino el bautismo de
fuego del Partido Judicial", arremetió.
Señaló en su ofensiva que el Poder
Judicial "articula con los poderes económicos concentrados y
fundamentalmente con el aparato mediático monopólico, intentando desestabilizar
al Poder Ejecutivo y desconociendo las decisiones del Legislativo. O sea, un
súper poder por encima de las instituciones surgidas del voto popular".
Cristina dijo que se trata de
"el nuevo ariete contra los Gobiernos Populares, que suplanta al Partido
Militar en el rol que, en el trágico pasado, asumiera respecto de Gobiernos con
Legalidad y Legitimidad democrática".
"Este Partido Judicial
-agregó- funciona como armadero de causas, al mismo tiempo cajonea otras."
En su carta de 17.647 caracteres y
2985 palabras, titulada "El 18-F, bautismo de fuego del Partido
Judicial", la mandataria escribió que "la libertad de prensa, por
suerte no sufre mella. La cadena nacional del desánimo y el odio, comandada por
Clarín, goza del privilegio de la libre expresión los 365 días del año".
A Clarín y LA NACION criticó especialmente
por la compra de Papel Prensa y la supuesta lentitud judicial en avanzar con
esa causa, y por las cifras de concurrentes que dieron de la marcha del 18-F,
basadas en datos de la Policía Metropolitana y de las fuerzas de seguridad
nacionales.
"Basta mirar las tapas de
ambos diarios del día 19 de febrero -conjeturó sobre LA NACION y Clarín- y sus
documentos fotográficos para que la cifra mencionada de ¡400.000 personas!
resulte patéticamente absurda y políticamente armada" (ver página 12). "¿Por
qué entonces ese evidente empecinamiento en agregarle ceros a una
marcha?", se preguntó.
Después se refirió directamente a
los fiscales que convocaron a la manifestación. "No deja de ser una
curiosidad que dos de ellos (los fiscales) fueron acusados por familiares de
las víctimas de obstaculizar la causa Amia y la tarea del propio Nisman",
denunció.
Interpretó que la marcha "no
fue para nada un acto de homenaje" y que "se pudo ver en vivo y en
directo, a dirigentes políticos riéndose a carcajadas y a manifestantes
llevando carteles con leyendas ofensivas e insultantes contra el
gobierno".
"Tampoco fue una marcha del
"silencio", porque el mismo fue sonoramente roto por un orador
sindical integrante de una central obrera ferozmente opositora al
gobierno", dijo en referencia a Julio Piumato, que encabezó el 18-F junto
a los fiscales por ser titular del sindicato de trabajadores judiciales, que
hace dos años era kirchnerista.
En su ataque furioso, Cristina
señaló que "fue una marcha de varios integrantes de un Poder del Estado,
el Judicial, contra otro Poder de la Constitución: el Ejecutivo". Y en su
visión conspirativa, vinculó al "Partido Judicial" con "los
grandes medios y grupos económicos".
La defensa
de Timerman
El canciller Héctor Timerman dijo
ayer que tiene conocimiento de que el fiscal fallecido Alberto Nisman había
preparado un escrito en el que pedía su detención, y afirmó que se defenderá en
los tribunales contra la acusación. "Yo sé que Nisman preparó un borrador
pidiendo mi arresto, yo sé que lo que él denunció no es cierto y me defenderé
en los tribunales", afirmó Timerman en una entrevista con la BBC. El
canciller expresó que está preparado para defenderse ante los tribunales:
"Estoy listo, puedo ir mañana, a la hora que me llamen". "No
tengo nada que esconder. Ni la Presidenta ni yo hicimos nada malo, al
contrario, hicimos más que cualquier otro gobierno para saber quién cometió el
terrible crimen contra la AMIA", dijo en relación con el atentado contra
la mutual judía; acusó al Grupo Clarín de estar "usando el caso" y
defendió el memorándum con Irán..
http://lascotidianasdeenrique.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario