La contaminación del
Santa Lucía alertó sobre el estado del agua. Foto: F. Flores
Uruguay pasó de ser un país que se jactaba de la calidad de su agua potable
a tener bajo la lupa todos sus cauces de aguas superficiales. La alerta se
encendió en el año 2013, cuando estudios confirmaron la contaminación del río
Santa Lucía y el ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro, advirtió
que si no se tomaban medidas podría ocurrir una catástrofe.
El País.com.uy / V. Ruggiero / J. P.
Correa - sáb abr 18 2015
Esta semana, después de más de un mes con evidentes muestras de
contaminación en la Laguna del Sauce, la ministra de Vivienda y Medio Ambiente,
Eneida De León, confirmó en la interpelación en Diputados: "El grado de
contaminación es elevado".
Expertos consultados por El País aseguran que este no es un problema que se
limita solamente al río Santa Lucía y a la Laguna del Sauce, sino que afecta a
todas las aguas superficiales del país.
El doctor en Química, Óscar Ventura, profesor catedrático grado 5 en la
Facultad de Química de la Universidad de la República (UdelaR), asegura que
"la contaminación está ganando" y lo resume en términos
futbolísticos: "Estamos perdiendo 5 a 0 y nos quedan diez minutos de
partido".
Ventura explica que la agricultura avanzó mucho y que el país no invirtió
lo suficiente en métodos para proteger el agua y evitar la contaminación.
"No es la primera vez que esto ocurre, el tema es que ahora se dio en una
circunstancia tan dramática que rompe los ojos. Es lo mismo que pasa en el río
Santa Lucía, en el río Negro y en todas las aguas superficiales de
Uruguay", aseguró.
Por su parte, el docente e investigador de la Facultad de Ciencias, Luis
Aubriot, coincide con Ventura y enumera los puntos en los que le consta hay
cianobacterias. Menciona los embalses de Rincón del Bonete y de Salto Grande,
el río Yi, que tiene a sus pies a la ciudad de Durazno, y la Laguna de
Castillos en Rocha.
"Cuando hay descargas de aguas de los embalses puede llegar a haber
problemas en Mercedes, Fray Bentos y Paysandú. En el río Uruguay las
cianobacterias se presentan en forma de manchas mientras que en la Laguna del
Sauce están más abajo de la superficie", explica.
Salud.
Como la campaña para las departamentales del 10 de mayo tiñó la
interpelación de la ministra De León el jueves en Diputados, las consecuencias
en la salud por la contaminación en Maldonado no quedaron claras, básicamente
porque dependieron del color político. Mientras el gobierno asegura que el
estado del agua no tiene "incidencia" en la salud, la oposición llegó
a hablar de cáncer.
"En la Laguna del Sauce hay un tipo de tóxico que produce lesiones en
el ADN de las células, el que puede llegar a producir mutaciones y hasta
cáncer", aseguró el interpelante Germán Cardoso, del Partido Colorado.
Los expertos aseguran que no hay una amenaza a la salud del tipo agudo pero
no descartan que, si se toma esa agua en malas condiciones durante mucho
tiempo, pueda provocar, por ejemplo, una afectación crónica.
El investigador y docente de la Facultad de Ciencias explica que hay dos
tipos de cianobacterias: una muy problemática y estudiada, que sobrevive
incluso a temperaturas bajas, aún si se bajase la concentración de fósforo que
hay hoy en la laguna de Maldonado, que produce efectos paralizantes, y otra que
puede afectar a las células hepáticas y hasta causar la muerte. "En ambos
casos estamos muy por debajo de los umbrales considerados alarmantes",
sentenció Aubriot.
Ventura, en tanto, dice que la ministra De León tiene razón —"a corto
plazo no hay una afección a la salud"— pero duda de qué puede ocurrir si
el problema permanece en el tiempo. "Si el problema se prolonga, nadie
sabe cuál es la afectación real que puede tener una persona. No se sabe tampoco
si ya no se están produciendo, pero no por esto de ahora, sino por todos los
años en lo que esto viene mal. El problema no es sencillo y tampoco es que se
generó en un año", indicó.
El grado al que llegó el problema, según este experto, afecta también la
confianza de la población, por eso, asegura, "es importante aclarar el
alcance del problema".
"Hay una especie de contrato entre la gente y la empresa OSE. Uno está
acostumbrado a que el agua tenga determinado olor y color. Entonces sentimos
que esa agua no es potable porque las condiciones son distintas de las que
están pactadas. Eso no quiere decir que si tomás te va a matar o producir una
enfermedad en el acto. Lo que hay es una ruptura del contrato que tiene OSE con
su gente", opina el químico.
La solución del problema, explican, dependerá de varios componentes: hacer
cumplir las leyes sobre los vertidos en los cursos del agua y destinar recursos
económicos.
"Todos los vertidos deben tener control de efluentes. Las empresas que
están vertiendo en los cursos de agua tienen que tener un control específico de
cuáles son los efluentes. Hay un decreto que dice cuál es la concentración de
sustancias químicas que se pueden enviar y eso se tiene que cumplir. Hay
centros poblados que también tiran agua sin tratar. Y es el gobierno el que tiene
que fiscalizarlo, de lo contrario está en falta", resume Ventura.
Santa Lucía: el principal abastecedor
de la capital.
El río Santa Lucía, que nace en la Cuchilla Grande a 27 km al nordeste de la
ciudad de Minas, es el principal abastecedor de agua del sistema Montevideo de
OSE a través de la usina de Aguas Corrientes. Su extensión total es de 257
kilómetros y su cuenca cubre unos 13.500 kilómetros cuadrados (7,6% de la
superficie nacional), en la que vive medio millón de habitantes (15% de la población).
Sus mayores afluentes son los ríos San José y Santa Lucía Chico. Existen
algunas poblaciones de importancia a lo largo de su curso, como San Ramón y
Santa Lucía.
LA VOZ DE LOS EXPERTOS.
"Como dulce de leche para las bacterias".
Óscar Ventura, profesor catedrático grado 5 de la Facultad de Química de la
Universidad de la República (UdelaR), explica que la contaminación en los
espejos de agua de Uruguay se originó por la falta de control de lo que se
vierte. Eso permite que vayan sustancias orgánicas que vienen de tambos,
agricultura y centros poblados sin plantas de tratamiento. "Esa materia
orgánica tiene una cantidad de componentes químicos, entre ellos fósforo y
nitrógeno. Hay una gran cantidad de bacterias para las que eso es como el dulce
de leche. Cuando vos le das mucho de comer empiezan a proliferar. Entonces
cuando hay condiciones climáticas favorables (temperatura alta para la época y
déficit de agua, como en las orillas de las lagunas) se da una especie de
explosión", explica Ventura.
En el río Santa Lucía hay seis veces más fósforo que en la Laguna del Sauce
pero en ésta, al estar el agua estancada, se dan condiciones "muy
propicias para que se desarrollen las cianobacterias".
"Los niveles de fósforo se bajan introduciendo carbón activado, pero
es un proceso muy caro", opina el docente e investigador de la Facultad de
Ciencias, Luis Aubriot, quien asegura que las autoridades "han actuado
sobre la emergencia pero ha habido una lentitud general".
El experto advierte también una gran responsabilidad de los privados porque
en su opinión han fertilizado por arriba de lo necesario y pone como ejemplo lo
ocurrido en la zona del río Santa Lucía. "Se ha detectado que se aplica
fertilizante más de dos veces por encima de lo permitido. Se aplica fósforo por
encima de lo necesario porque a partir de cierto nivel el fertilizante ya no
incrementa la productividad del suelo", explicó Aubriot.
El agua y el gobierno: ¿qué pasó en
los últimos meses?
El Ministerio de Vivienda y Medio Ambiente (Mvotma) entregó el miércoles 18 de
marzo un informe al presidente Tabaré Vázquez sobre la situación del Santa
Lucía.
Preocupado por el tema, el mandatario había convocado ese día a los
ministros de Ambiente, Eneida De León, de Industria, Carolina Cosse, y de
Ganadería, Tabaré Aguerre, y al presidente de OSE, Milton Machado, para
reclamarles la concreción de acciones. Vázquez pidió que cada dos meses le
presenten un informe sobre los avances en el tema.
En ese informe, se advierte que "el creciente problema de floraciones
algales de cianobacterias potencialmente tóxicas en el cuerpo del agua,
indicaría un riesgo potencial de toxicidad en el agua de distribución, con
encarecimiento y dificultades en el tratamiento del agua para
potabilizar". Algunas de las medidas anunciadas en 2013 para poner freno a
esa situación, demoraron en concretarse por la burocracia estatal, pero en
otros casos se desconoce por qué motivo no han tenido avances.
Desde principios de marzo las cianobacterias comenzaron a afectar también
la Laguna del Sauce y el gusto a tierra y mal olor se transformó en una
constante durante varios días. La Intendencia de Maldonado recomendó a la
población no bañarse en la Laguna del Sauce. "De acuerdo al informe
elaborado por los técnicos que realizan un monitoreo permanente del estado del
agua de la laguna, existe un crecimiento inhabitual de elementos algales. Por
esta razón, se recomienda a la población evitar bañarse en la laguna",
explicaba.
El hecho indignó a los pobladores y unas 70 personas se manifestaron frente
a la Unidad Desconcentrada de OSE y luego ingresaron al edificio en protesta.
Llevaron botellas con agua que decían era de la canilla, pretendiendo que la
bebieran los funcionarios de OSE.
La empresa pública emitió una resolución en la que anunciaba la bonificación
del 5% de la factura. La medida indignó hasta al propio Frente Amplio y el
presidente Tabaré Vázquez ordenó que los pobladores de Maldonado no paguen el
agua del mes de marzo.
Fuente: El País.com.uy
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