Cuando un submarino
termina su vida útil, se convierte en un peligro
flotante. Foto: Archivo / BBC
Las armadas de EE.UU., Rusia, Gran Bretaña y Francia han tenido que buscar
lugares muy alejados para deshacerse de sus envejecidas flotas de la Guerra
Fría y de los submarinos nucleares armados con misiles balísticos
LA NACIÓN.ar / BBC Mundo - Sábado 04 de abril de
2015 | 17:03
Los submarinos nucleares fueron durante mucho tiempo el tema favorito de la
ficción popular.
En películas como La caza del Octubre Rojo ("The Hunt for Red
October"), de 1990, o en series para televisión como Viaje al fondo del
mar ("Voyage to the Bottom of the Sea") siempre han sido retratados
como aparatos con un gran poder geopolítico que se deslizan sigilosamente por
las profundidades, en misiones importantes.
Sin embargo, cuando termina su vida útil se convierten en peligros
flotantes, llenos de restos de burbujeante y letal combustible nuclear. De
hecho, las armadas han tenido que buscar lugares muy alejados para deshacerse
de sus envejecidas flotas de la Guerra Fría y de los submarinos nucleares
armados con misiles balísticos.
Y así se han creado los cementerios industriales más extraños del planeta.
Todos ellos están situados en una franja que comienza en el noroeste de Estados
Unidos y, a través del Círculo Polar Ártico, llega hasta la ciudad rusa de
Vladivostok, la base de la flota del Pacífico de Rusia, no lejos de la frontera
con China y Corea del Norte.
Los submarinos también tienen desperfectos y se pueden quedar
atascados. Foto: Archivo
Estos camposantos de submarinos adquieren varias formas. Y los del mar de
Kara, al norte de Siberia, son esencialmente vertederos nucleares, donde los
reactores y el combustible se esparce en el fondo del mar, a 300 metros de
profundidad.
Parece que allí hasta 1990 los rusos continuaron deshaciéndose de los
submarinos de la misma manera en la que lo hacían de los buques impulsados con
diésel: tirándolos al fondo del océano.
Restos oxidados
El depósito de chatarra de los submarinos a diésel de las ensenadas de la
bahía Olenya, en el noroeste de la península ártica rusa Kola, es una vista
llamativa.
Las proas oxidadas dejan ver los tubos lanzatorpedos del interior, las torres
de mando yacen desplomadas en ángulos extraños y los cascos están hechos
añicos, como los mejillones que las gaviotas arrojan contra las rocas.
Desarmar un submarino es un tarea casi tan compleja como armarlo. Foto: Archivo / BBC
Mientras, los soviéticos volvieron el mar de Kara en un "acuario de
basura radiactiva", dice la Fundación Bellona de Noruega, una organización
ambientalista con sede en Oslo.
De acuerdo a ésta, el lecho marino está lleno de unos 17.000 contenedores
de desechos radiactivos, 16 reactores nucleares y cinco submarinos nucleares
completos; uno de ellos con sus dos reactores aún llenos de combustible.
El área del mar de Kara está ahora en el punto de mira de compañías de
petróleo y gas. Así que una perforación accidental podría llegar a romper el
revestimiento de los reactores y provocar la liberación de radionucléidos en
los caladeros, advierte el director de la Fundación Bellona, Nils Bohmer.
Sin embargo, los cementerios de submarinos oficiales son mucho más
visibles; incluso se pueden ver con las aplicaciones Google Maps o Google
Earth.
Amplia la zona en la que se encuentra el mayor repositorio de residuos
nucleares de Estados Unidos, en Hanford, Washington, la bahía Sayda en la
península de Kola o los astilleros cerca de Vladivostok y los verás. Hay filas
y filas de enormes botes de acero, cada uno de unos 12 metros de largo.
Agotados y eliminados
Estos botes son todo lo que queda de cientos de submarinos nucleares. Se
conocen como "unidades de tres compartimentos" y son bloques hechos a
partir de reactores vaciados de combustible.
Son producto del desmantelamiento llevado a cabo por el astillero Puget
Sound del Departamento de Defensa de EE.UU., en Bremerton, Washington. Se trata
de un proceso meticuloso.
En primer lugar, el submarino en desuso es remolcado hasta un muelle
seguro, donde su reactor es vaciado de todo líquido. A continuación se desmonta
cada pieza y éstas son colocadas en contenedores de combustible nuclear vacíos.
Los contenedores son llevados después a un depósito para residuos de larga
duración y a la planta de reprocesamiento. En EE.UU. esta última se encuentra
en el Laboratorio Nacional, en Idaho, y en Rusia es la planta de producción y
reprocesamiento de plutonio de Mayak, en Siberia.
Aunque la maquinaria de los reactores -generadores de vapor, bombas,
válvulas y tuberías- ahora no tiene uranio enriquecido, el metal del que está
hecha se ha vuelto radiactivo. Así que después de vaciarlo de combustible, el
submarino es remolcado a un dique seco, donde se cortan los compartimentos de
los reactores.
Una vez hecho esto, las piezas de acero se sueldan unas a otras. Así que
los botes no son simples recipientes, sino segmentos de acero de los propios
submarinos; todo lo que queda de ellos.
El combustible de la flota nuclear de Estados Unidos ha terminado en
Idaho. Foto: Archivo / BBC
Al igual que EE.UU., Rusia también utiliza esta técnica, ya que Occidente
teme que como resultado de procesos de desmantelamiento menos rigurosos los
materiales fisibles terminen en manos hostiles.
Pero en la bahía de Andreeva, cerca de Sayda, por ejemplo, Rusia aún
almacena el combustible de 90 submarinos de las décadas de 1960 y 1970.
Así que en 2002 los países del G8 pusieron en marcha un programa a 10 años
y en el que invirtieron US$20.000 millones para transferir el conocimiento
sobre el desmantelamiento de Puget Sound a la Federación Rusa.
El plan implicó la mejora de la tecnología y el almacenamiento en la planta
de vaciado de combustible de Severdovinsk, así como el de sus instalaciones
para el desmantelado. También construyeron un muelle de almacenamiento en
tierra para los reactores descartados.
Amenazas flotantes
Un muelle de almacenamiento seguro en tierra tiene su importancia. Y es que
a los reactores que se habían dejado en Sayda Bay se les llenaron los
compartimentos de aire, lo que les proporcionó flotabilidad, dice Bohmer.
Pero en Pavlovks, cerca de Vladivostok, 54 de los botes siguen flotando a
merced del clima. Aunque el desmantelamiento de esta forma no siempre es
posible, señala Bohmer.
Algunos de los submarinos soviéticos tienen reactores refrigerados por
metal líquido, una mezcla de plomo y bismuto, en lugar de los convencionales de
agua a presión (PWR, por sus siglas en inglés). Y en un reactor en desuso la
mezcla de plomo y bismuto se congela, convirtiéndose en un bloque sólido
difícil de manejar y peligroso.
Bohmer dice que dos de estos submarinos aún no están dados de baja y que
han tenido que ser trasladados a un astillero extremadamente remoto en la bahía
de Gremikha, en la península de Kola, por razones de seguridad.
Pero con el método de las unidades de tres compartimentos Rusia ha logrado
desmantelar 120 submarinos de la flota norte y 75 de la flota del Pacífico. Por
su parte, EE.UU. ha desarmado 125 submarinos de la Guerra Fría.
Francia también ha usado el mismo procedimiento. Y en Reino Unido los
submarinos nucleares de la Marina Real están diseñados de forma que se puede
retirar el módulo del reactor sin necesidad de cortar los compartimentos.
"El recipiente de presión del reactor se puede quitar como una sola
pieza y transportarlo para ser almacenado", dice un portavoz del
Ministerio de Defensa.
Sin embargo, los planes de Reino Unido para desmantelar 12 submarinos fuera
de servicio y almacenados en Devonport, en la base naval de Su Majestad, en el
sur de Inglaterra, y siete que permanecen en Rosyth, en Escocia, no parece que
vayan a cumplirse pronto.
El gobierno aún tiene que decidir de entre cinco lugares posibles dónde
almacenar los buques y el combustible restante. Y esto ha generado preocupación
entre los ciudadanos, ya que el número de submarinos descartados está creciendo
en Devonport y Rosyth, según informó la BBC el pasado año.
Temor en el agua
Asimismo, grupos mediambientalistas también han expresado su preocupación
por el almacenamiento de combustible nuclear en EE.UU.
El Laboratorio Nacional en Idaho ha sido el último destino de todo el combustible
de la Marina estadounidense desde que se construyera el primer submarino
nuclear, el USS Nautilus, en 1953.
"El prototipo del reactor del USS Nautilus fue probado en el
Laboratorio Nacional, y desde entonces todo el combustible desechado de la flota
nuclear ha terminado en Idaho. Está almacenado al final del acuífero del río
Snake, la segunda masa de agua subterránea unificada más grande del continente
americano", dice Beatrice Brailsford, de la Alianza del Río Snake, un
grupo de presión medioambientalista.
"El combustible desechado se acumula encima del suelo, pero el resto
de desechos está enterrado más arriba del acuífero y esta práctica continuará
durante otro medio siglo. Es una razón de preocupación para la gente de
Idaho", añade.
Pero no sólo estaría en peligro el agua subterránea. También se vería
afectada la cosecha principal del estado: la patata. Incluso con las altas
medidas de seguridad, ocasionalmente ha habido fugas de material radiactivo.
Tanto el Laboratorio Nacional de Idaho como la planta de Hanford las han
sufrido. Pero las costosas medidas que hay que tomar para hacer que un
submarino nuclear en desuso desaparezca de forma segura no parece disuadir los
planes para seguirlos construyendo.
"En lo que a EE.UU. se refiere no hay indicaciones de que la Marina
considere los submarinos nucleares nada menos que éxitos estelares, y las
tareas para reemplazar las unidades viejas por otras nuevas están en
marcha", explica Edwin Lyman, analista de políticas nucleares de la Unión
de Científicos Preocupados (Union of Concerned Scientists), un grupo de presión
de Cambridge, Massachusetts.
Y EE.UU. no está solo. Rusia tiene cuatro nuevos submarinos nucleares en
construcción en Severodvinsk y podría fabricar ocho más antes de 2020.
"A pesar del limitado presupuesto Rusia se ha comprometido a
reconstruir su flota nuclear", asegura Bohmer. Y China está haciendo algo
similar. Así que parece que los cementerios de submarinos y los depósitos de
combustible descartado continuarán estando llenos…
Fuente: LA NACIÓN.ar/BBC Mundo
http://lascotidianasdeenrique.blogspot.com
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