domingo, 12 de abril de 2015

Se fabrica en Miami la falsa disidencia, acusa Abel Prieto




 Jefes de Estado y de gobierno durante la inauguración de la Séptima Cumbre de las Américas .Foto Xinhua

Cumbre de las Américas

Acepta que la distensión con EU puede ayudar a resolver la polarización que se vive
Se enfrentan anticastristas y la delegación cubana en Foro de la Sociedad Civil

Blanche Petrich / Enviada / Periódico La Jornada / Sábado 11 de abril de 2015, p. 4
Panamá.
El escritor cubano Abel Prieto dijo que los pasos que ha dado la Casa Blanca para normalizar la relación política y diplomática con La Habana, que nosotros como sociedad civil reconocemos y apoyamos, tienen otra cara de la moneda: el plan para fortalecer una falsa disidencia que funcionarios del gobierno estadunidense disfrazan con el discurso de empoderar a los sectores no estatales, pero que tiene en realidad el objetivo de desconocer la legitimidad de la institucionalidad revolucionaria.
Como participante en los foros de la sociedad civil en representación de la Unión de Escritores y Artistas Cubanos, Prieto y otros intelectuales de la isla se vieron envueltos en incesantes enfrentamientos que perturbaron el curso de las mesas de gobernabilidad democrática y participación ciudadana, de este encuentro paralelo a la Cumbre de las Américas.
Para el ex funcionario, la presencia de dos reconocidos miembros de organizaciones terroristas anticastristas en Miami, Félix El Gato Rodríguez y Jorge Luis García, alias Antúnez, ha sido una tremenda provocación que enturbia el buen ánimo que debía prevalecer en el encuentro.
En entrevista con La Jornada Prieto afirma que para él otros representantes de la disidencia cubana, como Guillermo Fariñas, Rosa María Paya, Yoani Sánchez (que se incorporó hoy) Berta Soler y otros, no tienen ninguna diferencia sustancial con los veteranos terroristas, quienes tienen en su haber centenares de muertes producidas por atentados en los 60 y 70.
La diferencia es de matices. Pero al final de cuentas todos tienen una misma matriz. Todos son financiados por la National Endowment for Democracy y otras agencias del gobierno estadunidense que por décadas han alimentado la desestabilización de nuestro gobierno.
En su opinión, el objetivo de estos grupos que llegaron a Panamá y se acreditaron para participar en el Foro de la Sociedad Civil fue generar una noticia que diera la impresión a los medios internacionales de que la Cuba castrista al fin reconocía a su oposición.
Lo paradójico de esta polémica, en la que nunca hubo diálogo sino gritos, descalificaciones y por momentos patadas y algunos puñetazos, es que son los anticastristas los que se oponen a la normalización de las relaciones diplomáticas de La Habana con Washington, mientras los oficialistas son los que favorecen el acercamiento con el viejo enemigo favorito de los revolucionarios de la isla. Y que mientras muchos aplauden que Cuba llega a este momento histórico sin haber tenido que hacer concesiones y sin condiciones previas, los grupos que se multiplicaron bajo el paraguas del activismo anticastrista en Miami y Washington son los que piden a gritos que no se avance en la normalización si no es bajo condiciones imposibles de cumplir.
Desde el miércoles 8, cuando empezó a sesionar el Foro de la Sociedad Civil –uno de los cuatro eventos paralelos a la cumbre presidencial– los delegados oficiales de la isla –trabajadores, maestros, artistas y cuadros de las bases del Partido Comunista cubano– se han enfrentado a los representantes de las organizaciones anticastristas. El primer día fue la delegación cubana oficial la que decidió retirarse de los trabajos con el argumento de que no se les podía obligar a dialogar con terroristas.
Ayer, en la sesión matutina, previa a la clausura, fueron los pro gobiernistas quienes lograron dominar la escena a grito limpio, con el estilo de los actos de repudio que se acostumbran en La Habana, lo que orilló a los disidentes a retirarse.
Interrogado sobre si en algún momento del proceso de distensión con Estados Unidos la sociedad civil cubana empezaría a resolver el grave problema de polarización que se vive y se repite en situaciones como ésta, Abel Prieto respondió: Sí. Tendría que entrar en la agenda, pero ese tema nos compete sólo a nosotros los cubanos, no a la injerencia extranjera. La polarización que se está viendo aquí es artificial, fabricada desde Miami.

Fuente: La Jornada.mx

http://lascotidianasdeenrique.blogspot.com



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