martes, 14 de abril de 2015

Luz amarilla en el agro



La poca soja subió los costos de los tamberos. Foto: L. Pérez

En un año en el que se espera un enlentecimiento económico, el clima no está ayudando y el agro, quizás, no pueda ser un motor que sostenga el nivel de actividad.

El País.com.uy / Juan Pablo Correa - mar abr 14 2015

El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, dijo ayer tras el Consejo de Ministros que las ventas de soja al exterior, como consecuencia de los efectos del déficit hídrico y la caída del precio internacional, posiblemente disminuyan en montos tanto como lo que ingresó a Uruguay por turismo en el primer trimestre de este año, unos US$ 800 millones.

A esto se suma una proyección de Deloitte (ver recuadro aparte) sobre la caída del ingreso por exportación de lácteos, trigo y arroz por unos US$ 440 millones, derivados de las caída del precio de los commodities a nivel global.

Hay una luz amarilla encendida, ayer se reunió el Comité Nacional de Emergencia y en las próximas dos semanas se podrá determinar si se termina de generar una situación de sequía.

El retroceso del ingreso en las ventas de soja por la merma de los precios internacionales será de por lo menos US$ 600 millones, a lo que se sumará una cantidad importante (unos US$ 200 millones) derivada de los magros rendimientos que se están obteniendo en la cosecha de la oleaginosa como consecuencia de la falta de agua.

A esto se suma que también hay poca agua en algunos abrevaderos para el ganado y los mayores costos en que están incurriendo los tamberos para alimentar las vacas lecheras. Están echando mano de reservas forrajeras cuando normalmente en otoño los animales comen pasto natural. No llueve de manera significativa desde fines de enero y si bien Aguerre dijo que aún no se está técnicamente ante una sequía, reconoció que si no hay precipitaciones relevantes en unas dos semanas se comenzará a resentir el peso del ganado.

El presidente de la Asociación Rural del Uruguay, Ricardo Reilly, fue más drástico y dijo a El País que "hay una seca instalada que se está generalizando; la soja está con serios problemas porque faltó agua cuando se llena el grano y las pasturas tempranas no aparecieron por lo que los campos están con una capacidad nutricional caída". Reilly dijo que será muy difícil, con los actuales precios y rendimientos, que los productores puedan cubrir sus costos. Con respecto al ganado, advirtió que "falta agua para que beban los animales y hay tajamares que se han secado".

En un momento de caída en las distintas categorías de ganado, los productores no pueden retener en sus campos a los animales debido al estado de las pasturas, y deben apresurarse a vender a la industria, explicó Reilly.

Además, Aguerre asume que los rendimientos por hectárea rondarán los 2.500 kilos pero hay técnicos que consideran que no se llegará a ese nivel.

El técnico Carlos Dalmás, explicó a El País que, por ejemplo, en Florida en la cosecha de este año no se podrán superar los 1.400 kilos en hectáreas que suelen rendir entre 2.500 y 2.800 kilos. Al norte del Río Negro también se registraron pérdidas de más de 1.000 kilos. A nivel nacional, Dalmás calcula que no se podrá pasar de un rendimiento de más de 2.300 kilos por hectárea. Según el técnico, Florida, Durazno, parte de Flores, Paysandú y Río Negro están muy afectados, Soriano (fuertemente agrícola y con tierras muy productivas) está bastante bien y en San José y Colonia hay situaciones diversas. Cerro Largo aparece como particularmente afectado, lo que ha generado, además, un impacto social porque en algunos poblados falta agua.

Dalmás explicó que es probable que la soja retroceda en zonas del centro del país donde comenzó a hacer pie en los últimos cinco años como consecuencia de los buenos precios (aunque los suelos allí no son tan aptos para ese cultivo). Parte de la soja "de segunda" que habitualmente rinde menos ni siquiera se está cosechando y se está enfardando, aseguró Dalmás.

Ayer, en la sesión de la Federación Rural, se manejó que también en Flores los rendimientos no pasan de los 2.300 kilos por hectárea.

Carlos Uriarte, presidente de la Federación Rural, dijo que "para los dueños de campos puede haber un margen pero para quienes tienen que pagar rentas no". "Va a quedar al desnudo un tema de endeudamiento", advirtió. En las zonas más lejanas al puerto de Nueva Palmira, con suelos no tan aptos (Durazno y Cerro Largo), la soja retrocederá. Ayer, en la Federación se marcaba con preocupación que la tonelada para embarcar en Nueva Palmira bajaba hasta US$ 330 la tonelada.

"El daño en la agricultura ya está hecho. La soja se mantendrá en los suelos muy buenos", opinó. "El desafío ahora es integrar a la ganadería con la agricultura en las áreas en las que esta última retroceda", opinó.

Lechería.

Aún no se nota una caída en la remisión de leche a la industria láctea pero los tamberos están incurriendo en mayores costos como consecuencia de la falta de pasturas.

Ricardo de Izaguirre, presidente del Instituto Nacional de la Leche explicó a El País que habitualmente en otoño el ganado lechero se puede alimentar con avena pero este año se le está teniendo que dar reservas forrajeras, lo que incrementa los costos de los productores. Canelones y Florida, departamentos netamente lecheros, están afectados ya por la falta de agua, aseguró de Izaguirre.

En el norte las pasturas todavía no están muy resentidas porque en diciembre las lluvias fueron muy importantes. Ese mes llegó a llover en algunos puntos 600 milímetros.

Danilo Bartaburu, técnico del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias que trabaja en Salto, Paysandú y Artigas, reconoció que "hay zonas extensas donde falta agua en el suelo" lo que afecta la cantidad y calidad de los pastos.

"En noviembre, diciembre y enero hubo una muy buena producción de pasto natural por lo que los ganados están bien de condición corporal. El futuro depende muchísimo de lo que haya hecho cada establecimiento. Estamos cerca del invierno y en invierno el pasto no crece, por lo que puede faltar", dijo.

Uriarte aseguró que en Rocha, por ejemplo, "se empiezan a ver campos pelados con poco forraje y lo mismo pasa en el eje de la ruta 8; es un momento crítico y no hay tiempo para que los pastos se recuperen".

"No se ha podido pastorear. La capacidad del productor de engordar ganado es muy limitada y no puede retener el ganado gordo" por lo que debe venderlo en las condiciones de precio que establezca la industria, explicó Uriarte. La gremial que preside pedirá una serie de reuniones con ministros para hacerles llegar su inquietud.

Riego.

Aguerre destacó que hay alrededor de 40.000 hectáreas de soja bajo riego donde se obtuvieron rendimientos mayores y miles de proyectos aprobados o en curso para nuevos abrevaderos para el ganado. Reilly dijo estar al tanto de que Aguerre quiere extender a todo el país el riego y dijo compartir la iniciativa pero advirtió que "hay un tema cultural y de costos".

Muy mala mezcla: poca agua y bajos precios.


La falta de agua agrava los efectos de la baja de los precios de los "commodities" que Uruguay exporta. Un análisis de la consultora Deloitte difundido por El País este mes indica que se venderán US$ 1.075 millones menos este año de trigo, soja, carne, lácteos y arroz. El año pasado se exportaron US$ 5.160 millones de estos productos y este año no se pasaría de US$ 4.085. El precio promedio de la tonelada de soja en 2014 fue de US$ 508,75. Hoy ronda los US$ 330. También se aguarda que caiga el trigo.

Seguirá la temperatura más alta de lo habitual.


Actualmente Uruguay está en lo que se denomina una "fase cálida leve" del fenómeno de "El Niño" que debería permitir que en lo que resta del otoño las precipitaciones, muy escasas desde aproximadamente el 20 de enero, se normalicen y lleguen a los niveles habituales para este época del año o sean incluso superiores, dijo a El País el técnico Mario Bidegain del Instituto Uruguayo de Meteorología. La "normalización" implicaría lluvias cada 4 o 5 días, explicó. Pero hay una posibilidad de 75% de que las temperaturas sigan siendo elevadas para esta época del año y se ubiquen por encima del promedio. Hasta ahora distintos factores han impedido que frentes fríos lleguen al Río de la Plata, explicó Bidegain.

Para mañana miércoles hay una probabilidad baja de lluvias poco significativas. Hacia el fin de semana habrá otro caso de precipitaciones con caída de las temperaturas. Las altas temperaturas de este abril son inusuales. Ayer la máxima en Montevideo fue de 31 grados. En abril la máxima promedio en la zona del Prado es de 21,7 grados. Es un mes donde en algunos departamentos llueve promedialmente 190 milímetros. Pero este año en diez de ellos simplemente no ha habido ninguna precipitación en abril. Y solamente Artigas y Rivera recibieron lluvias de mediana importancia.

En zonas pedregosas del basalto superficial (Tacuarembó, este de Paysandú y este de Salto) la tierra puede retener menos agua. De todas formas, si la temperatura comienza a bajar la evaporación será menor y eso ayudaría.

Fuente: El País.com.uy

http://lascotidianasdeenrique.blogspot.com



No hay comentarios:

Publicar un comentario