La Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes)
resolvió que en el marco de la lucha por el presupuesto se llevarán a cabo unas
100 asambleas en los 19 departamentos y un paro nacional en un día a definir de
la última semana de mayo.
El País.com.uy / Carlos
Tapia - mié abr 15 2015
Pero el tema de los salarios no es lo único que
preocupa al sindicato, según dijo a El País su secretario general, José Olivera.
El dirigente precisó que hay un plan encubierto para privatizar la educación y
que esto se nota en instituciones como el Jubilar.
—Según la tabla de remuneraciones de
la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), un profesor titulado y
efectivo gana entre 20.851 y 34.678 pesos por 20 horas trabajadas por semana. Y
si trabaja 40, percibe entre 40.378 y 67.963 pesos. En 2005 el salario docente
era de entre 6.084 y 6.835 pesos. ¿Cuánto reclama el sindicato que deberían
ganar?
—Es cierto que el salario creció en los últimos 10
años en el entorno de un 60%, pero también es cierto que partíamos de un
salario de crisis. El problema hoy es lo bajo del salario básico. Llegar a los
34 mil pesos exige estar en el organismo por 25 años. Un docente grado 1
obtiene 21 mil pesos nominales, que en la mano son 17.500, por una jornada de
20 horas de clase, cuando esta tarea requiere, por lo menos, un 50% más de
carga horaria en la casa destinada a preparación de clases y corrección de
tareas. Por esto, nosotros reclamamos, por lo menos, llegar a los 30.000 pesos
de base.
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—¿Y pretenden que se modifique
también el salario en los otros escalafones?
—Claro, si no se desfigura toda la escala salarial. De
hecho, la ANEP tiene el problema de que se ha desvirtuado toda la escala
salarial, por lo que cargos de dirección e inspección de Primaria, Secundaria y
UTU son difíciles de cubrir porque no son redituables económicamente.
—Fenapes suele advertir que algunos
de los actores de la clase política, a través de las críticas que suelen
hacerle a los gremios de la educación, perjudican la imagen de los docentes
(como ser el caso del entonces vicepresidente y hoy ministro de Economía,
Danilo Astori, que el año pasado acusó a Fenapes de llevar a cabo acciones
cooperativistas). ¿Pero no cree que los paros le juegan en contra a Fenapes
frente a la opinión pública?
—Una medida como un paro se toma después de un largo
período de evaluación. Hay dos instrumentos para resolver estos problemas: uno
es la negociación colectiva, y estamos esperando aún que el Gobierno abra este
ámbito, y el otro es la movilización. Estamos a mediados de abril y todavía no
hemos podido sentarnos a discutir con el Gobierno sobre qué es lo que aspira
para los próximos cinco años. El Gobierno debe asumir la responsabilidad y
ponerse a trabajar en este tema. La profundización de las medidas va a depender
de lo que pase en los ámbitos de negociación. Nosotros queremos saber qué es lo
que piensa el Gobierno, particularmente lo que piensa Astori, el mismo ministro
que en 2005 dijo que había que ajustarse el cinturón para honrar los
compromisos asumidos por el país en el exterior, y esto fue lo que llevó a que
en 2006 y 2007 la educación no tuviera aumento de presupuesto.
—¿No hay otra alternativa que el paro
para llevar a cabo estos reclamos?
—Sí, y de hecho las 100 asambleas que se desarrollan a
partir de mañana (por hoy) es una alternativa válida, y esto no implica parar…
—Pero también van a parar...
—Pero el paro es el final de un proceso, no se arranca
con un paro de pique.
—En Montevideo, además del paro de fines
de mayo, se llevarán a cabo una serie de paros parciales cada vez que haya una
asamblea. En el interior, en cambio, estas asambleas se harán los fines de
semana para evitar que los alumnos pierdan días de clases. ¿Por qué las medidas
de fuerza que se toman en Montevideo siempre son más combativas que en el
interior?
—Porque no ha funcionado esto de hacer las asambleas
los fines de semana, porque en Montevideo hay una gran cantidad de
instituciones que tienen clases los sábados. Uno puede decir, "bueno, pero
quedan los domingos". Pero el domingo es difícil que los trabajadores
vayan a las asambleas, tienen derecho a estar con sus familias. No creo que
este sea un problema de voluntad. Además, van a ser solo paros de una o dos
horas por turno, no va a perjudicar a los estudiantes.
—Más allá del tema presupuestal, ¿qué
más es lo que lleva a Fenapes a parar?
—La dificultad de fondo son las políticas educativas
en general. Hay muchas voces que han levantado la idea de la privatización
encubierta. Hay empresas multinacionales atrás de esto. Este año hay un
congreso en Canadá, en el que vamos a participar, y educadores de todo el mundo
van a denunciar el problema de la mercantilización de la educación. Esta
tendencia tiene sus seguidores en Uruguay. Hay subvenciones a la educación
católica y eso no está bien. Porque yo puedo tener un presupuesto del 10% del
PBI, pero si con eso se voy a financiar la educación privada tenemos un gran
lío. Queremos, como base, un 6% del PBI para la educación, pero que todo vaya para
la ANEP y la UdelaR. Este es un tema clave, porque el 84% de los estudiantes
está en el sector público.
—¿Está hablando de los liceos
públicos de gestión privada, por ejemplo?
—Paramos por más salario, pero también por
instituciones como el Jubilar, que seleccionan a sus estudiantes. Hay quienes
dentro del Gobierno quieren influenciar para privatizar la educación, no es
casual que al presidente Tabaré Vázquez, a pocos días de la elección se le
escapara la idea de vouchers educativos.
—¿Qué posición tiene Fenapes sobre la
idea de Richard Read de crear un liceo público de gestión privada para hijos de
trabajadores de la bebida?
—Esta idea, si viene de parte de un trabajador, es un contrasentido
ideológico. Si algo le criticó la Organización Mundial de Comercio al modelo
educativo chileno fue que las condiciones del sistema segmentaron a la sociedad
de acuerdo a lo que podías pagar era la educación que podías recibir, y este
planteo de Read entra en esa lógica.
—El razonamiento que planteó él fue:
la educación pública no es buena, yo quiero que mis hijos tengan la mejor
educación, tengo que hacer algo para lograr eso mientras la educación pública
no mejora. ¿Qué cree que está mal en este pensamiento?
—Que es muy reduccionista. La educación tiene
problemas como los tiene la sociedad en su conjunto, pero la solución no es
crear un gueto para privilegiar a un sector de la sociedad. Las propias
autoridades son las que privilegian lo privado ante lo público, y eso es lo que
hay que cambiar. Esto se nota, por ejemplo, en la designación de las
autoridades. Porque las gestiones de Wilson Netto en la ANEP y las de Celsa
Puente en Secundaria nadie puede decir que fueron exitosas como para premiarlos
con otro período.
—Pero Puente estuvo poco, solo un
año. ¿Se puede evaluar su trabajo por ese corto lapso de tiempo?
—Pero estuvo un año en el cual tuvo omisiones y ha
demostrado una desidia muy importante. Acá hay que tener memoria institucional.
Las personas pueden pasar, pero las instituciones quedan. Si ha tenido el
Frente Amplio problemas graves a solucionar, son que no arregló sus disputas
internas en materia, y ha elegido mal a quienes han puesto al frente de los
organismos. A los profesores nos piden resultados, pero nadie evalúa a la
dirección política de los organismos. Hay cosas que se debieron haber hecho en
el sistema educativo y no se hicieron. Netto y Puente no tienen capacidad de
gestión.
—En una entrevista publicada ayer por
El País, el rector de la Universidad de la República (UdelaR), Roberto
Markarian señaló que hay carreras universitarias que debieron alargarse debido
a que los alumnos que llegan desde Secundaria no tienen un buen nivel
educativo. ¿Qué opinión le merece a usted, como profesor y líder sindical, esta
realidad?
—Esto obedece a un error de enfoque. El problema que
tenemos en el sistema educativo uruguayo es que este se mira por parcelas.
Nosotros deberíamos discutir todo el trayecto formal de los estudiantes y
después ir a la especificidad de los niveles. Esto es como decir que Secundaria
debe rever todos sus planes de estudio porque los alumnos vienen con carencias
de Primaria, y así siempre estamos responsabilizando al nivel anterior y nadie
pone la mirada sobre la globalidad del problema.
Netto y Puente "maquillan la realidad"
En la entrevista con El País, el secretario general de Fenapes, José Olivera, fue duro con el presidente de la ANEP, Wilson Netto, y la directora general de Secundaria, Celsa Puente. Dijo que sus gestiones "no fueron exitosas" como para "premiarlos con un nuevo período". Y advirtió que ellos "maquillan la realidad"."Hay una operación para maquillar la realidad que llevan adelante Netto y Puente. Muchas veces se nos critica y hasta se nos criminaliza porque tomamos a los estudiantes de rehenes por un paro, ¿pero alguien se preguntó la responsabilidad de las autoridades que decretaron el inicio de marzo cuando las condiciones no estaban dadas? Fueron miles los estudiantes que no tuvieron clases por dos semanas porque faltaban profesores, por problemas de infraestructura, porque faltaba mobiliario, porque no estaba terminada la elección de horas. Sin embargo, Puente y Netto salieron a decir que el inicio de cursos fue normal", denunció Olivera.
El sindicalista añadió que estos funcionarios llevaron adelante "una actitud demagógica, una actitud para la tribuna".
"Hay una operación maquillaje, cuyos responsable directos son el Codicen y Secundaria", continuó.
En este sentido, Olivera manifestó que, a un mes y medio de iniciadas las clases, aún faltan cubrir cargos de una gran cantidad de profesores de matemáticas, física, idioma español y, en menor medida, de inglés, química y música, en varias instituciones. No se animó a dar cifras, ya que Fenapes llevará a cabo un relevamiento pues no confía en las que le proporcionan desde Secundaria. Advirtió, además, que hay 80 cargos de adscriptos sin asignar, y que también faltan directores y subdirectores.
Olivera también se refirió a unas declaraciones realizadas por Puente en una entrevista con El País publicada el pasado 6 de enero, en la que esta manifestó: "No estoy de acuerdo con la repetición; no es sano para el alumno". El sindicalista expresó sobre esto: "Quitar la repetición es para disfrazar, para maquillar números, para pasar alumnos que no tienen los conocimientos adquiridos para avanzar en el ciclo educativo".
Las 100 asambleas que llevará a cabo Fenapes en todo el país y que culminarán con un paro nacional en un día a definir de la última semana de mayo, servirán también, según dijo Olivera, para que el sindicato pueda hacer un relevamiento de cómo están las infraestructuras de todos los centros educativos y cuántos profesores faltan en cada institución de Secundaria.
Fuente: El País.com.uy
http://lascotidianasdeenrique.blogspot.com
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