miércoles, 15 de abril de 2015

José Olivera: "En el gobierno quieren influir para privatizar la educación"



La Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes) resolvió que en el marco de la lucha por el presupuesto se llevarán a cabo unas 100 asambleas en los 19 departamentos y un paro nacional en un día a definir de la última semana de mayo.
El País.com.uy / Carlos Tapia - mié abr 15 2015
Pero el tema de los salarios no es lo único que preocupa al sindicato, según dijo a El País su secretario general, José Olivera. El dirigente precisó que hay un plan encubierto para privatizar la educación y que esto se nota en instituciones como el Jubilar.
—Según la tabla de remuneraciones de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), un profesor titulado y efectivo gana entre 20.851 y 34.678 pesos por 20 horas trabajadas por semana. Y si trabaja 40, percibe entre 40.378 y 67.963 pesos. En 2005 el salario docente era de entre 6.084 y 6.835 pesos. ¿Cuánto reclama el sindicato que deberían ganar?
—Es cierto que el salario creció en los últimos 10 años en el entorno de un 60%, pero también es cierto que partíamos de un salario de crisis. El problema hoy es lo bajo del salario básico. Llegar a los 34 mil pesos exige estar en el organismo por 25 años. Un docente grado 1 obtiene 21 mil pesos nominales, que en la mano son 17.500, por una jornada de 20 horas de clase, cuando esta tarea requiere, por lo menos, un 50% más de carga horaria en la casa destinada a preparación de clases y corrección de tareas. Por esto, nosotros reclamamos, por lo menos, llegar a los 30.000 pesos de base.
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—¿Y pretenden que se modifique también el salario en los otros escalafones?
—Claro, si no se desfigura toda la escala salarial. De hecho, la ANEP tiene el problema de que se ha desvirtuado toda la escala salarial, por lo que cargos de dirección e inspección de Primaria, Secundaria y UTU son difíciles de cubrir porque no son redituables económicamente.
—Fenapes suele advertir que algunos de los actores de la clase política, a través de las críticas que suelen hacerle a los gremios de la educación, perjudican la imagen de los docentes (como ser el caso del entonces vicepresidente y hoy ministro de Economía, Danilo Astori, que el año pasado acusó a Fenapes de llevar a cabo acciones cooperativistas). ¿Pero no cree que los paros le juegan en contra a Fenapes frente a la opinión pública?
—Una medida como un paro se toma después de un largo período de evaluación. Hay dos instrumentos para resolver estos problemas: uno es la negociación colectiva, y estamos esperando aún que el Gobierno abra este ámbito, y el otro es la movilización. Estamos a mediados de abril y todavía no hemos podido sentarnos a discutir con el Gobierno sobre qué es lo que aspira para los próximos cinco años. El Gobierno debe asumir la responsabilidad y ponerse a trabajar en este tema. La profundización de las medidas va a depender de lo que pase en los ámbitos de negociación. Nosotros queremos saber qué es lo que piensa el Gobierno, particularmente lo que piensa Astori, el mismo ministro que en 2005 dijo que había que ajustarse el cinturón para honrar los compromisos asumidos por el país en el exterior, y esto fue lo que llevó a que en 2006 y 2007 la educación no tuviera aumento de presupuesto.
—¿No hay otra alternativa que el paro para llevar a cabo estos reclamos?
—Sí, y de hecho las 100 asambleas que se desarrollan a partir de mañana (por hoy) es una alternativa válida, y esto no implica parar…
—Pero también van a parar...
—Pero el paro es el final de un proceso, no se arranca con un paro de pique.
—En Montevideo, además del paro de fines de mayo, se llevarán a cabo una serie de paros parciales cada vez que haya una asamblea. En el interior, en cambio, estas asambleas se harán los fines de semana para evitar que los alumnos pierdan días de clases. ¿Por qué las medidas de fuerza que se toman en Montevideo siempre son más combativas que en el interior?
—Porque no ha funcionado esto de hacer las asambleas los fines de semana, porque en Montevideo hay una gran cantidad de instituciones que tienen clases los sábados. Uno puede decir, "bueno, pero quedan los domingos". Pero el domingo es difícil que los trabajadores vayan a las asambleas, tienen derecho a estar con sus familias. No creo que este sea un problema de voluntad. Además, van a ser solo paros de una o dos horas por turno, no va a perjudicar a los estudiantes.
—Más allá del tema presupuestal, ¿qué más es lo que lleva a Fenapes a parar?
—La dificultad de fondo son las políticas educativas en general. Hay muchas voces que han levantado la idea de la privatización encubierta. Hay empresas multinacionales atrás de esto. Este año hay un congreso en Canadá, en el que vamos a participar, y educadores de todo el mundo van a denunciar el problema de la mercantilización de la educación. Esta tendencia tiene sus seguidores en Uruguay. Hay subvenciones a la educación católica y eso no está bien. Porque yo puedo tener un presupuesto del 10% del PBI, pero si con eso se voy a financiar la educación privada tenemos un gran lío. Queremos, como base, un 6% del PBI para la educación, pero que todo vaya para la ANEP y la UdelaR. Este es un tema clave, porque el 84% de los estudiantes está en el sector público.
—¿Está hablando de los liceos públicos de gestión privada, por ejemplo?
—Paramos por más salario, pero también por instituciones como el Jubilar, que seleccionan a sus estudiantes. Hay quienes dentro del Gobierno quieren influenciar para privatizar la educación, no es casual que al presidente Tabaré Vázquez, a pocos días de la elección se le escapara la idea de vouchers educativos.
—¿Qué posición tiene Fenapes sobre la idea de Richard Read de crear un liceo público de gestión privada para hijos de trabajadores de la bebida?
—Esta idea, si viene de parte de un trabajador, es un contrasentido ideológico. Si algo le criticó la Organización Mundial de Comercio al modelo educativo chileno fue que las condiciones del sistema segmentaron a la sociedad de acuerdo a lo que podías pagar era la educación que podías recibir, y este planteo de Read entra en esa lógica.
—El razonamiento que planteó él fue: la educación pública no es buena, yo quiero que mis hijos tengan la mejor educación, tengo que hacer algo para lograr eso mientras la educación pública no mejora. ¿Qué cree que está mal en este pensamiento?
—Que es muy reduccionista. La educación tiene problemas como los tiene la sociedad en su conjunto, pero la solución no es crear un gueto para privilegiar a un sector de la sociedad. Las propias autoridades son las que privilegian lo privado ante lo público, y eso es lo que hay que cambiar. Esto se nota, por ejemplo, en la designación de las autoridades. Porque las gestiones de Wilson Netto en la ANEP y las de Celsa Puente en Secundaria nadie puede decir que fueron exitosas como para premiarlos con otro período.
—Pero Puente estuvo poco, solo un año. ¿Se puede evaluar su trabajo por ese corto lapso de tiempo?
—Pero estuvo un año en el cual tuvo omisiones y ha demostrado una desidia muy importante. Acá hay que tener memoria institucional. Las personas pueden pasar, pero las instituciones quedan. Si ha tenido el Frente Amplio problemas graves a solucionar, son que no arregló sus disputas internas en materia, y ha elegido mal a quienes han puesto al frente de los organismos. A los profesores nos piden resultados, pero nadie evalúa a la dirección política de los organismos. Hay cosas que se debieron haber hecho en el sistema educativo y no se hicieron. Netto y Puente no tienen capacidad de gestión.
—En una entrevista publicada ayer por El País, el rector de la Universidad de la República (UdelaR), Roberto Markarian señaló que hay carreras universitarias que debieron alargarse debido a que los alumnos que llegan desde Secundaria no tienen un buen nivel educativo. ¿Qué opinión le merece a usted, como profesor y líder sindical, esta realidad?
—Esto obedece a un error de enfoque. El problema que tenemos en el sistema educativo uruguayo es que este se mira por parcelas. Nosotros deberíamos discutir todo el trayecto formal de los estudiantes y después ir a la especificidad de los niveles. Esto es como decir que Secundaria debe rever todos sus planes de estudio porque los alumnos vienen con carencias de Primaria, y así siempre estamos responsabilizando al nivel anterior y nadie pone la mirada sobre la globalidad del problema.

Netto y Puente "maquillan la realidad"

En la entrevista con El País, el secretario general de Fenapes, José Olivera, fue duro con el presidente de la ANEP, Wilson Netto, y la directora general de Secundaria, Celsa Puente. Dijo que sus gestiones "no fueron exitosas" como para "premiarlos con un nuevo período". Y advirtió que ellos "maquillan la realidad".
"Hay una operación para maquillar la realidad que llevan adelante Netto y Puente. Muchas veces se nos critica y hasta se nos criminaliza porque tomamos a los estudiantes de rehenes por un paro, ¿pero alguien se preguntó la responsabilidad de las autoridades que decretaron el inicio de marzo cuando las condiciones no estaban dadas? Fueron miles los estudiantes que no tuvieron clases por dos semanas porque faltaban profesores, por problemas de infraestructura, porque faltaba mobiliario, porque no estaba terminada la elección de horas. Sin embargo, Puente y Netto salieron a decir que el inicio de cursos fue normal", denunció Olivera.
El sindicalista añadió que estos funcionarios llevaron adelante "una actitud demagógica, una actitud para la tribuna".
"Hay una operación maquillaje, cuyos responsable directos son el Codicen y Secundaria", continuó.
En este sentido, Olivera manifestó que, a un mes y medio de iniciadas las clases, aún faltan cubrir cargos de una gran cantidad de profesores de matemáticas, física, idioma español y, en menor medida, de inglés, química y música, en varias instituciones. No se animó a dar cifras, ya que Fenapes llevará a cabo un relevamiento pues no confía en las que le proporcionan desde Secundaria. Advirtió, además, que hay 80 cargos de adscriptos sin asignar, y que también faltan directores y subdirectores.
Olivera también se refirió a unas declaraciones realizadas por Puente en una entrevista con El País publicada el pasado 6 de enero, en la que esta manifestó: "No estoy de acuerdo con la repetición; no es sano para el alumno". El sindicalista expresó sobre esto: "Quitar la repetición es para disfrazar, para maquillar números, para pasar alumnos que no tienen los conocimientos adquiridos para avanzar en el ciclo educativo".
Las 100 asambleas que llevará a cabo Fenapes en todo el país y que culminarán con un paro nacional en un día a definir de la última semana de mayo, servirán también, según dijo Olivera, para que el sindicato pueda hacer un relevamiento de cómo están las infraestructuras de todos los centros educativos y cuántos profesores faltan en cada institución de Secundaria.

Fuente: El País.com.uy 

http://lascotidianasdeenrique.blogspot.com 



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