LA NOTICIA DEL OTRO LADO
Despidos en vísperas de cambio
de manos en Codere
Codere es el operador de juegos de azar más importante
de Provincia de Buenos Aires. La imposibilidad de girar dividendos de su
rentable operación argentina hacia la casa matriz española, le impidió a ésta
cumplir con el pago de deuda emitida en el mercado de capitales, se dice.
Urgente24
31/08/2014 11:33
Luego ocurrió
un descalabro financiero y una puja entre los accionistas Martínez Sampedro y
sus acreedores. El texto clave de la siguiente nota: "El ajuste de
plantilla viene condicionado por la obligación de Codere de reducir gastos y
poder lograr, después de casi un año de impagos con sus acreedores, un acuerdo
de refinanciación que le permita continuar con su actividad. Con un patrimonio
negativo de 341,6 millones de euros y un fondo de maniobra negativo de 1.271
millones, la compañía confía en alcanzar en los próximos días un punto de
encuentro con sus bonistas para alargar el pago de la deuda y evitar la
suspensión de pagos. El acuerdo está muy cerca y podría anunciarse en las dos
próximas semanas. Una firma que supondrá un cambio sustancial en el capital de
la compañía, que dejará de estar controlado por los Martínez Sampedro (64% de
las acciones) para ser dominado por los bonistas."
Al cierre del
primer semestre, Codere tenía una fuerza laboral de 16.300 personas, 4.000
menos que un año antes. En consecuencia, el número de empleados se ha reducido
un 24,5% en los últimos doce meses. El grueso de los despidos se ha concentrado
en México, Argentina y España.
CIUDAD DE
BUENOS AIRES (Urgente24). Días atrás, la multinacional española del sector
del juego, Grupo Codere, informó que su facturación en el segundo trimestre del
año alcanzó los 327,1 millones de euros -un 14,7% menos que el año anterior-,
mientras que el resultado bruto de explotación (EBITDA) en igual período fue de
€ 43,8 millones, cumpliendo con el rango estimado por la Compañía (€43-47
millones).
En Argentina,
la facturación en el 2do trimestre alcanzó los € 109,8 millones, un 26,3% menos
que el año anterior debido a la depreciación del peso argentino frente al euro
en un 60,9%. A tipo de cambio constante, los ingresos habrían aumentado en
€27,6 millones y el EBITDA habría alcanzado los €26,8 millones, lo que supone
crecimientos del 18,5% y del 2,7% respectivamente en comparación con 2013. El
margen de EBITDA normalizado en el período se redujo un 1,5% frente al año
anterior, por el impacto de la fuerte inflación registrada en el país en los
gastos operativos.
Pero hay otras
novedades con Codere, bastante escandalosas por cierto.
Ya no sólo se
rescatan bancos o empresas al borde de la quiebra. También a los directivos a
los que sus compañías les dieron unos préstamos personales para comprar
acciones que ahora valen mucho menos de lo que se comprometieron a pagar por
ellas. Codere acaba de condonar casi ocho millones a sus ejecutivos, un perdón
que se produce mientras despide a 4.000 empleados.
El grupo líder
en España de salas de juego ha decidido dar por perdido el cobro de los
intereses a nueve directivos de primera línea “al considerar la sociedad la
baja probabilidad de cobro de los mismos”. Por este motivo, Codere ha tenido
que provisionar 1,3 millones de euros contra los resultados del primer semestre
del ejercicio.
No obstante, el
agujero es mucho mayor porque la compañía concedió 7,78 millones a un grupo de
agraciados para que comprasen un millón de acciones a un precio que, por aquel
entonces, era inferior al de mercado. Pero como la cotización del grupo
liderado por José Antonio Martínez Sampedro apenas valen hoy nada -0,61 euros-
tras solicitar el preconcurso de acreedores y estar en impago, los directivos
no han podido hacer frente a sus obligaciones con la empresa. En consecuencia,
todos los accionistas, tanto los de referencia como los minoritarios, pagarán
está condonación de la deuda.
Además de dar
por perdidos los intereses, Codere tiene contabilizados 2,53 millones de euros
pendientes de cobro del principal. La cantidad se ha ido reduciendo desde los
7,78 millones originales no porque hayan saldado sus créditos, sino porque
varios de los ejecutivos han abandonado el grupo y ya no aparecen en el
listado.
Entre los
deudores están curiosamente dos hermanos del presidente José Antonio Martínez
Sampedro, Luis Javier y Encarnación, además de Adolfo Carpena, Pedro Vidal,
Jaime Estadella y Fernando Ors. También forma parte del grupo José Ramón
Romero, que a la vez le cobra a la empresa 312.000 por servicios legales de una
firma de abogados de la que es socio.
La minusvalía
conjunta rondará los 8 millones porque Codere ha tenido que provisionar los
intereses y el principal, puesto que se comprometió mediante contratos de
derivados a comprarles las acciones a los directivos en el caso de que no
pudieran hacer frente a los créditos. La operación es similar a la que el año
pasado hizo Abengoa con otro grupo selecto de ejecutivos, si bien el agujero
para los accionistas fue mucho mayor, de unos 60 millones de euros.
Las tragaperras
y la refinanciación a la vista
El favor al
grupo de elegidos se produce al tiempo que la compañía ha ido aplicando un duro
ajuste de plantilla. Al cierre del primer semestre, Codere tenía una fuerza
laboral de 16.300 personas, 4.000 menos que un año antes. En consecuencia, el
número de empleados se ha reducido un 24,5% en los últimos doce meses. El
grueso de los despidos se ha concentrado en México, Argentina y España.
En nuestro
país, la compañía ha ido reduciendo de forma significativa su parque de
máquinas tragaperras por falta de rentabilidad, lo que ha le ha llevado a
prescindir de las personas que se dedicaban a la instalación y recogidas de las
recaudaciones diarias.
El ajuste de
plantilla viene condicionado por la obligación de Codere de reducir gastos y
poder lograr, después de casi un año de impagos con sus acreedores, un acuerdo
de refinanciación que le permita continuar con su actividad. Con un patrimonio negativo de 341,6
millones y un fondo de maniobra negativo de 1.271 millones, la compañía confía
en alcanzar en los próximos días un punto de encuentro con sus bonistas para
alargar el pago de la deuda y evitar la suspensión de pagos.
El acuerdo está
muy cerca y podría anunciarse en las dos próximas semanas. Una firma que
supondrá un cambio sustancial en el capital de la compañía, que dejará de estar
controlado por los Martínez Sampedro (64% de las acciones) para ser dominado
por los bonistas. Una ejecución a la carta.
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