LOS REYES DEL BLÁ BLÁ BLÁ
"Nunca tuve información
del volumen de los juicios contra Pluna en Brasil"
El exministro de Transporte hoy
cuida ovejas en una chacra de El Colorado (Canelones). Solo abandona el predio
para concurrir a reuniones periódicas del comando de campaña de Tabaré Vázquez.
El País dom ago 31 2014
Admite que la
solución para Pluna "no fue satisfactoria" y la califica como un
hecho "desgraciado" cuyo impacto en la campaña no puede medir, aunque
estima que existe. Dice que la asociación que promovió con Leadgate "no
fue el negocio ideal, sino el posible" y que él no hubiera cerrado la
aerolínea.
-¿Luis Lacalle Pou es un rival inesperado para el Frente Amplio?-Yo me guiaba por la información que se hacía pública y si bien me parecía que la campaña de Lacalle Pou era muy interesante, entendía que el candidato que iba a ganar era (Jorge) Larrañaga.
-¿Que sea Lacalle Pou complica más al Frente Amplio?
-No. Las elecciones en este país, desde hace bastante tiempo, se deciden por muy escaso margen. Más allá de todos los elementos subjetivos, es lógico pensar que esta elección se va a resolver por muy poco.
-El Frente Amplio ha caído en la intención de voto. ¿Puede adjudicarse a un desgaste tras diez años en el poder?
-Depende. En algunos casos puede haber un desgaste como consecuencia de las dificultades que hay que enfrentar diariamente. En eso consiste gobernar. El desgaste es la consecuencia lógica de quien asume la enorme responsabilidad de conducir un país. En mi caso me dolían las dificultades pero también me daban energía para avanzar.
-Mujica no es tan ejecutivo como Vázquez. ¿Puede, esa falta de obras concretas, estar incidiendo en el electorado?
-Son gobiernos diferentes porque sus conductores son diferentes. Vázquez establece objetivos y facilita el avance hacia los mismos. Tiene un método de gobierno. El estilo de Mujica es diferente. Facilita la participación, escucha distintas opiniones, da intervención a múltiples actores y así se construye su iniciativa. No hay ningún proyecto que promueva el Poder Ejecutivo que se considere finalizado. Se permiten amplios márgenes de discusión por parte de la propia fuerza política y los demás partidos. Creo que uno y otro tienen sus elementos positivos. Es indudable que el estilo de Mujica fortalece el funcionamiento democrático de la sociedad y la participación de los partidos.
-¿Vázquez es más ejecutivo que Mujica?
-Vázquez es más de concretar los objetivos que se fija.
-Discute menos.
-En su momento, Vázquez era criticado porque había poca posibilidad de debatir.
-Hay quienes lo tildaban de soberbio incluso adentro de su propia fuerza política.
-Adjetivos todo el mundo pone. Después hay que ver si se sostienen esos adjetivos. Hablemos sin adjetivos. En su momento hubo valoraciones críticas al estilo de Vázquez. Y ahora hay valoraciones críticas al estilo de Mujica. Muchos dicen que así no se gobierna. La gente conocía a Vázquez por sus antecedentes cuando lo votó. Y también conocía a Mujica cuando lo votó.
-Usted hablaba de la consecuencia de gobernar. ¿Pluna es una de esas consecuencias?
-Pluna es indudablemente un tema muy complejo y muy difícil para el Uruguay. Lo era de antes. Fue tal vez el tema más complejo que recibimos. Hicimos lo que podíamos hacer. Y lo que hicimos era lo mejor para las posibilidades del Uruguay y para las necesidades del país. ¿Cómo se manejó en este período de gobierno? Es indudable que es un problema no bien resuelto por todas las cosas que pasaron y porque además no tenemos a Pluna. Por lo tanto, nadie puede ver a Pluna como algo resuelto favorablemente. No tengo elementos para evaluar porque no conozco las condiciones que llevaron a tomar esas decisiones. No puedo hablar cómodamente sentado en esta silla. Tengo el conocimiento por lo que me tocó vivir y más de una vez dije que no me parecía lo más conveniente el cierre de la empresa. Pero las condiciones que se dieron en el 2011 no eran necesariamente la que nosotros recibimos en el 2005.
-¿Le preguntaron qué opinaba antes de cerrarla?
-No, y no tenían porqué hacerlo.
-¿Cuando dejó el Ministerio de Transporte podía prever que dos años después Pluna tendría que cerrar?
-A pesar de que la situación tendía a estabilizarse con los enormes esfuerzos que se habían hecho, teníamos previsiones en cuanto a que las dificultades podían acumularse. No puedo decir que en ese entonces Pluna era un problema resuelto. Se había encaminado, recorría un rumbo satisfactorio pero todavía había que seguirla metro a metro, hombre a hombre.
-¿Cree que el Frente Amplio está pagando en campaña el escándalo que significó el cierre de Pluna?
-No sé cuánto pesa eso en la consideración de la gente. Indudablemente, es un hecho desgraciado. Puede tener consecuencias negativas en la consideración de sectores de la población. Para nosotros es un hecho muy doloroso por la gente que está involucrada. Es gente de primera. Pusieron el alma en resolver problemas difíciles. Pueden haberse equivocado pero son absolutamente dignos en el respeto de todos los ciudadanos. Eso es así tanto en el caso del ministro (Fernando) Lorenzo como el caso de (Fernando) Calloia.
-Cuando se decide separar a Pluna de Varig, ¿se sabía que iba a haber juicios laborales en Brasil?
-Ya habían llegado algunos. Recibimos una empresa asociada con Varig en un proceso de liquidación en Brasil que arrastraba necesariamente a la parte que correspondía a Pluna, que era el 49%. Y dijimos que cerrar significaría un enorme daño al país, además asumir un alto costo social y económico. El Estado solo no podía mantener a Pluna. Buscamos una asociación y no fue un negocio óptimo, no fue el ideal. Fue el negocio posible para cumplir con una etapa. Y eso fue lo que se pudo recorrer con mediana satisfacción.
-Si se sabía que venían esos juicios de Brasil, ¿por qué el Estado salió como garantía del 100% de la compra de los aviones Bombardier?
-Nunca tuve información del volumen de juicios contra Pluna en Brasil que ha sido manejado incluso en este último tiempo. En nuestro período llegaron solo dos juicios que repitieron contra Uruguay. Y fueron reclamaciones importantes desde el punto de vista económico pero aisladas. Presumíamos que existirían otros juicios pero no 7.000 demandas. Reitero, no tuve conocimiento oficial de esa situación.
-¿Fue un buena decisión del Estado salir de garantía de la compra de aviones cuando era dueño de una parte de Pluna?
-Esa es otra historia. En su momento hicimos la evaluación de cerrar o no la empresa. Vimos que Pluna ente autonómo tenía competencias para asumir esa garantía de compra y los aviones están ahí, más allá del procedimiento para la venta y la subasta, eso es otra cosa. Los resultados indicarán si hay un número negro o rojo. Fue probado que los aviones eran los idóneos para cumplir el servicio. Sin los aparatos no había posibilidad de recuperación de Pluna. Estaba la otra opción del cierre. ¿Sabe cuánto se pagaron por los aviones que permitieron la asociación con Varig? El 100% de eso lo pagó el Estado uruguayo. Varig no pagó un peso por esos aviones. Nadie nombra eso.
-¿Ocupará algún cargo de gobierno si gana Vázquez?
-Eso hay que preguntárselo a Tabaré. El sabrá dónde.
- ¿Dejará la chacra para volver al gobierno?
-Depende de las circunstancias. En este período no ocupé un cargo público y el mundo no se terminó por ello.
Vive en una chacra con una viña en el colorado
La vida de Víctor Rossi (71) fue intensa. Bancario, preso político, obrero del transporte, director de la Intendencia de Montevideo, diputado del Frente Amplio y finalmente ministro de Transporte (2005-2010). Hoy vive en una chacra de El Colorado (Canelones). Allí tiene 47 ovejas, 41 corderitos y un carnero prolífico. En el predio también hay una pequeña viña. "Estoy rodeado de buenos vecinos", dijo Rossi refiriéndose a las bondades de vivir en la zona del arroyo El Colorado. También está cerca de donde nació y vivió su niñez (La Paz). Pese a un "exilio político" durante los últimos cuatro años, Rossi no deja el ruedo. Se trata de algo que le viene en sus genes o desde la niñez. Su padre era un militante del Partido Colorado de Canelones a mediados del siglo pasado. "Siempre me hablaba del compromiso que debía asumirse con la sociedad. Eso se trasmite", dijo. Tabaré Vázquez lo conoce desde hace años. Rossi fue director de Tránsito y luego de Obras cuando Vázquez fue intendente de Montevideo (1990-1995). Por ese conocimiento mutuo, Vázquez lo llamó para que integrara su comando electoral."Veo en Vázquez la certeza para cumplir los objetivos"
- ¿Qué opina de Lacalle Pou?-En el período que fui diputado (2005-2010) fuimos vecinos de oficina con Lacalle Pou y conversábamos bastante. Tengo un buen relacionamiento personal con él. Vimos con simpatía cuando llegaron los mellizos al matrimonio de Lacalle Pou. Nuestros equipos de secretaría también tenían un relacionamiento de vecinos. Era un legislador que actuaba con normalidad y creo que es bueno tener una buena relación a ese nivel.
- ¿Y cómo político?
-En aquel entonces teníamos diferencias sobre muchos temas y ahora seguimos teniendo opiniones diferentes. Obviamente desde el punto de vista personal tengo admiración y mucho respeto por el estilo de conducción del doctor Tabaré Vázquez. Ahí está la diferencia.
- ¿Cree que se plebiscitan dos modelos de país en las elecciones de octubre de este año?
-No. Es indudable que representan dos maneras de gobernar el país y de poner los acentos. Veo en Vázquez la certeza, por sus objetivos y el método para cumplirlos genera confianza.
- ¿Lacalle Pou no genera confianza?
- Parece de reacción inmediata. Un poco arrebatado en las respuestas. Uno dice una cosa y enseguida recibe la contra respuesta. Me parece que hoy es un hombre muy joven. Todos maduramos. En ese proceso vamos aprendiendo y perfeccionándonos. No pondría en sus manos la construcción del país.
-En una campaña cada vez más polarizada los actores políticos suelen anunciar cataclismos en caso de que gane el adversario.
-No soy politólogo. No analizo las opiniones de otros. Tampoco estoy haciendo un anuncio de lo que ocurriría en el país si gana otro. Tengo claro que los acentos son diferentes porque las prioridades son diferentes. Sé cuáles son las prioridades que ha puesto el Frente Amplio en estos años de conducción. También sé que no siempre las cosas fueron así en Uruguay. Y que, por lo tanto, no me olvido. Un gobierno por sí mismo no es capaz de generar un cataclismo, difícilmente eso ocurra, se necesita de otros factores, pero también es cierto que un gobierno puede generar las condiciones para evitarlo o mitigarlo. La crisis de 2002, y lo sé bien porque promoví una investigación en el Parlamento, el sistema financiero, tal como estaba, permitió que el contagio de la crisis en Argentina se extendiera. Si se hubiesen hecho las cosas bien el contagio, como al dengue, se habría podido contener. Lo que debían controlar no lo hicieron.
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