TRIBUNA ABIERTA
¿Hay algo mejor que la abstención, el voto en blanco,
o anulado?
He recibido de
parte de conocidos ciudadanos, - algunos de ellos compañeros de militancia en
la lucha por la defensa de la tierra y la soberanía nacional ante la andanada
de mega proyectos depredadores y extranjerizantes - una nota con la invitación
a votar en blanco o anulado en las próximas elecciones.
Su argumento es que sería ésta la mejor expresión del descontento popular, la manera más elocuente de decir que estamos hartos de corrupción y traiciones, comunicando en un gesto masivo y resonante, el rechazo de la ciudadanía ante tanta hipocresía y tanta deslealtad. Viniendo de quienes viene, la invitación la tomo con la seriedad que corresponde, porque se trata de luchadores comprometidos que quieren un mundo mejor.
Tras pensar lo que significa para mí las firmas de esas personas que aprecio, nombres y apellidos que me inspiran respeto, a manera de respuesta, les quiero contar del proceso por el cual transité en los últimos años
Su argumento es que sería ésta la mejor expresión del descontento popular, la manera más elocuente de decir que estamos hartos de corrupción y traiciones, comunicando en un gesto masivo y resonante, el rechazo de la ciudadanía ante tanta hipocresía y tanta deslealtad. Viniendo de quienes viene, la invitación la tomo con la seriedad que corresponde, porque se trata de luchadores comprometidos que quieren un mundo mejor.
Tras pensar lo que significa para mí las firmas de esas personas que aprecio, nombres y apellidos que me inspiran respeto, a manera de respuesta, les quiero contar del proceso por el cual transité en los últimos años
DEL PLACER AL DOLOR
Recuerdo muy
bien lo que sentí cuando más de una vez metí un sobre vacío o conteniendo un
papel en blanco en la urna de votación. Fue un momento de satisfacción
personal, un instante de goce en el que le decía a todos los partidos y todos
los candidatos que ninguno de ellos me había convencido, pese a la abusiva
presión publicitaria a la que me habían sometido durante el carnaval electoral.
Salía del cuarto secreto con un aire triunfador, sintiendo que para mí esa elección estaba ganada, la había ganado yo, el ciudadano razonador que no había caído en la trampa de dejarse usar por nadie para llegar al poder y disfrutar de sus privilegios.
Salía del cuarto secreto con un aire triunfador, sintiendo que para mí esa elección estaba ganada, la había ganado yo, el ciudadano razonador que no había caído en la trampa de dejarse usar por nadie para llegar al poder y disfrutar de sus privilegios.
Esa sensación
de enorme placer me duraba hasta que empezaba el conteo de votos. A partir de
allí, debo confesar que me invadía el fastidio y la frustración, al comprobar
que los mismos mentirosos a los que yo quería castigar, empezaban a sonreír.
Ninguno acusaba el golpe del voto en blanco o anulado.
Esos votos, muchos de ellos votos de dignidad y raciocinio, simplemente no contaban, eran apartados como si no significaran nada.
Los ganadores festejaban, los perdedores sufrían, sin que las abstenciones, los votos en blanco y anulados empañaran el festejo o suavizaran la derrota.
Esos votos, muchos de ellos votos de dignidad y raciocinio, simplemente no contaban, eran apartados como si no significaran nada.
Los ganadores festejaban, los perdedores sufrían, sin que las abstenciones, los votos en blanco y anulados empañaran el festejo o suavizaran la derrota.
Esta vez no
quiero sentir lo mismo
.
¿QUÉ SIGNIFICA LA ABSTENCIÓN, UN VOTO EN BLANCO O ANULADO?
Opino que
podría interpretarse de tres formas:
A- Desinterés,
indiferencia, falta de compromiso ciudadano. B- castigo a toda la clase
política y C- la única manera posible de expresar adhesión a otros
modelos (la anarquía, o la teocracia, por ejemplo) que no están en un escenario
electoral de democracia representativa.
Es de suponer
que las opciones A y B son las más comunes, al menos eso deduzco en función de
lo que conozco de mis compatriotas, aunque sé de algunos que no votan por la
razón C, descarto la opción A para el caso de estos compañeros que me invitan a
votar en blanco o anulado. Supongo que su postura se basa en los motivos
B y C de mi modesto planteo.
Si la idea es
castigar, hay dos cosas a pensar: si esa es la forma adecuada y si todos los
políticos merecen castigo. Por lo expuesto antes, he llegado a la
conclusión de que la abstención, el voto en blanco o el voto anulado, no son
la mejor forma de castigar a los malos políticos. Y respecto a si todos los
políticos merecen el mismo castigo, opino que no, ya que no son todos iguales.
Comprobé que hay políticos honestos, cuando vi la intransigencia ideológica de
un puñado de frenteamplistas que se fueron cuando Tabaré Vázquez empezó a traicionar
los sueños del pueblo que lo votó.
Rechazaron la porción de privilegios y poder que podrían reclamar por haber aportado votos para ese triunfo, y se fueron a la intemperie, manteniendo vivos sus sueños e intacta su dignidad
Esa actitud conmovedora me hizo reaccionar
Rechazaron la porción de privilegios y poder que podrían reclamar por haber aportado votos para ese triunfo, y se fueron a la intemperie, manteniendo vivos sus sueños e intacta su dignidad
Esa actitud conmovedora me hizo reaccionar
Fue así que
empecé a conocer otra gente que se les sumó en esa nada confortable situación -
contraste con los que empezaron a gozar subidos a los cargos de gobierno - y me
he convencido de que hay en este país todavía una reserva moral y ética que
no merece ser castigada con la abstención, el voto en blanco o anulado
Si el motivo
para votar en blanco o anulado es el C, con el debido respeto, veo que no
conflicto entre votar a un partido y el deseo de construir una sociedad
diferente, sin gobernantes y sin gobernados en el caso de los anarquistas, solo
reconociendo el poder de un ser superior en el caso de los teócratas, o
mediante formas de democracia directa en el caso de los que rechazan los
sistemas de Partidos.
Personalmente
creo que se puede caminar hacia esos ideales, sin despreciar totalmente la
herramienta electoral que nos da la democracia representativa, más bien
utilizándola.
Podemos avanzar
hacia otros modelos apoyándonos en los medios - defectuosos pero hasta cierto
grado útiles - que tenemos en esta democracia que puede llamarse burguesa
porque el dinero cuenta más que las ideas. No necesariamente se renuncia a la
forma de organización social y política que uno quiere, si se vota en octubre
un programa de gobierno que, sin ser el ideal, coincide en algunos puntos con
los objetivos que perseguimos.
Y no estoy hablando de votar al menos malo, estoy planteando votar al que
más se acerca al ideal de cada uno
UN VOTO SIN SOSPECHAS
La abstención,
el voto en blanco o anulado, pueden ser confundidos con la indiferencia o
interpretarse como castigo a toda la clase política en general
No sucede eso
con el voto consciente a un programa de gobierno explícito y totalmente
diferenciado del modelo que une a los cuatro partidos con actual representación
parlamentaria.
Cuando voté en blanco o anulado, me arriesgué a ser mal interpretado
Esta vez voy a
evitarme ese riesgo. Ningún politólogo podrá decir que el mío será un voto
protesta o un voto desinteresado.
Tampoco se
podrá decir que es un voto legitimador del sistema político actual, porque
claramente será un voto de apoyo a un modelo social, económico y político
diferente, un voto que le va a molestar a los que quieren mantener el actual
escenario de sometimiento y dependencia al poder hegemónico que nos asigna el
rol de país periférico
Es verdad que
con mi voto tal vez no voy a impedir que en octubre vuelvan a festejar
traidores, hipócritas y demagogos.
Pero les voy a
poner en el Parlamento de la República una bancada que los va a desenmascarar y
a la que no podrán ignorar, como hacen con la abstención, el voto en blanco
o anulado.
Por cinco años tendrán que convivir con implacables controladores a los que
deberán soportar y respetar por ser sus pares que ganaron ese lugar para
empezar a desalojarlos
A pesar de lo
dicho, como corresponde, respeto y no critico a los que opten por la
abstención, el voto en blanco o anulado. Es una decisión personal que cada
quien debe tomar a conciencia.
En mi caso, no tengo dudas, creo haber encontrado un programa y candidatos que me representan por lo que en octubre voy a poner “un voto de compromiso”, “un voto de confianza" en el sobre electoral.
En mi caso, no tengo dudas, creo haber encontrado un programa y candidatos que me representan por lo que en octubre voy a poner “un voto de compromiso”, “un voto de confianza" en el sobre electoral.
Aníbal Terán
Castromán
posta - postaporteñ@ 1232 - 2014-08-27
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