jueves, 28 de agosto de 2014

Una jornada de caos y piquetes fue un anticipo del paro del sindicalismo opositor





LA NOTICIA DEL OTRO LADO
Una jornada de caos y piquetes fue un anticipo del paro del sindicalismo opositor
Moyano y Barrionuevo lideran hoy la tercera huelga en contra del Gobierno, en alianza con la CTA y la izquierda; la caída del empleo, Ganancias e inflación son las consignas centrales de la medida; ayer hubo cortes en varios puntos de la ciudad

Por Nicolás Balinotti  | LA NACION Jueves 28 de agosto de 2014 | Publicado en edición impresa

Hace casi dos años, el pragmatismo gremial empujó a Hugo Moyano , Luis Barrionuevo y Pablo Micheli a unificar acciones. Dejaron de lado sus diferencias, ocultaron los prejuicios e intentaron limar sus asperezas. Como líderes del sindicalismo opositor activarán hoy el tercer paro nacional de 24 horas desde que Cristina Kirchner es presidenta.
A diferencia de la última huelga, esta vez los impulsores de la protesta no contarán con la adhesión total de los gremios del transporte público de pasajeros. El rechazo a último momento de los colectiveros de la UTA a sumarse a la protesta obligó a las vertientes de la CGT y la CTA disidentes a revisar su estrategia. Anudaron de apuro su alianza con las agrupaciones de izquierda y dieron luz verde para activar piquetes en los accesos a las grandes urbes de todo el país. Un bosquejo del mapa de cortes se reflejó ayer, con bloqueos en el cinturón urbano e industrial que rodea a la ciudad de Buenos Aires. La CTA y las agrupaciones de izquierda anticiparon además parte de la jornada de lucha. Sus militantes se movilizaron hacia la Plaza de Mayo y montaron un acto en el que abundaron las críticas a la Casa Rosada. Los despedidos de la autopartista Lear y de la imprenta Donnelly, más el ceteísta Micheli fueron los oradores principales.
Con este respaldo, Moyano vuelve hoy a desafiar con la tercera huelga general desde que el kirchnerismo llegó al poder, en 2003. Busca demostrar que, a pesar de la división de la CGT y de la pérdida de apoyo de gremios clave, mantiene un alto poder de fuego.
Las consignas centrales de la protesta del sindicalismo opositor son la "caída del salario, empleo e inflación", aunque contempla un rosario más amplio de exigencias: eliminación del impuesto a las ganancias, "un aumento justo" a los jubilados, reapertura de paritarias ante la escalada inflacionaria y el impulso de una ley para prohibir despidos y suspensiones por un año.
Desde el Gobierno se emparentó a los organizadores de la huelga con los fondos buitre o con sectores de la oposición política. Se buscó minimizar la medida de fuerza argumentando que es "un paro político-electoral" o que será solamente "un paro de un conjunto de gremios, pero no de la CGT", como distinguió hace unos días el ministro de Trabajo, Carlos Tomada.
También el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, caminó con pies de plomo sobre los huelguistas. "Existen sindicalistas que son usurpadores de cargo porque no los ostentan legítimamente", dijo ayer el chaqueño sobre la atomización del mapa gremial, con cinco centrales obreras, pero con sólo dos reconocidas oficialmente por el Gobierno. Y sobre el paro, Capitanich sostuvo: "Es de naturaleza política con objetivo opositor. Espero que se desarrolle sin interrumpir el tránsito a terceros y sin molestar a los demás".
Como sucedió en el primer paro nacional, el 20 de noviembre de 2012, los piquetes vuelven a tensar la cuerda entre el Gobierno y el sindicalismo opositor.
A pesar de sus diferencias ideológicas con la izquierda, Moyano justificó los bloqueos y cortes de calles que activarán las diversas agrupaciones. "No autorizamos ni desautorizamos, somos respetuosos de las decisiones de otros sectores", intentó desligarse de los piquetes el jefe de la CGT con base en Azopardo. Y a través de su hijo Pablo, número dos del sindicato de los camioneros, le respondió al jefe de Gabinete. "Más allá de lo que opine Capitanich, creo que hemos mantenido una línea de conducta y hoy estamos reclamando lo que hace falta para poder recuperar el poder adquisitivo de la gente", señaló Pablo Moyano, sin olvidar los siete años de alianza que tuvo el moyanismo con el kirchnerismo.
"La gente no va a ir a trabajar, más allá de la postura de la UTA. No habrá un alma en las calles, como la primera vez, que circulaban los colectivos vacíos. En el paro de noviembre de 2012 también hubo colectivos y la gente no fue a trabajar. Y ahora la situación está bastante peor que aquella vez", estimó Micheli.
El jefe de la CTA disidente acomodó el plan de lucha de su central a la decisión final de las CGT de Moyano y Barrionuevo. A pesar de la alianza, la relación entre Micheli y el camionero no atraviesa su mejor momento. Ayer volvieron a hablar después de meses de silencio y críticas subterráneas. La alianza peligra cada vez que se enciende el debate sobre el modelo sindical vigente y la democratización de las organizaciones gremiales.

Gremios kirchneristas

En tren de diferenciarse de los opositores, el sindicalismo kirchnerista ensaya un incómodo equilibro porque comparte el listado de reclamos elevado por el moyanismo. El jefe de la CGT oficialista, Antonio Caló, evitó opinar sobre la huelga, aunque bajó un mensaje a su consejo directivo: "Es tiempo de cuidar el empleo, nosotros ni en pedo vamos a parar".
Sin embargo, Moyano se dispuso a cautivar a las bases de los sindicatos cuyos referentes no le son afines. Así logró la adhesión de los bancarios, el personal de la industria de la alimentación, mercantiles y hasta empleados estatales descontentos con el liderazgo de UPCN.
Del editor: qué significa. Si bien la alianza gremial que impulsa el paro es frágil, expresa la preocupación social creciente por las debilidades del modelo económico.

Servicios públicos que se verán afectados

Trenes: Adhieren tres de los cuatro gremios del sector
Bancos:No habrá atención al público y los cajeros podrán tener faltantes
Aviones: No habrá vuelos, ya que las azafatas, aeromozos y los técnicos aeronáuticos confirmaron que van al paro
Camiones: El gremio de Moyano, con influencia en la logística en general (recolección de residuos, clearing bancario y transporte de mercaderías), tendrá inactividad total
Naftas: La Federación de Obreros de Estaciones de Servicio, GNC, Playas de Estacionamiento y Lavaderos de Autos (Foesgra) anunció su total adhesión
Puertos: Se suman los 12 sindicatos pertenecientes a la Federación Marítima
Bares: Sin atención, porque el sindicato de Luis Barrionuevo es uno de los convocantes de la protesta
Parcialmente afectados: Subte, escuelas, hospitales, Justicia
No afectados: Estacionamiento, colectivos, taxis

La Corte falló en contra de Moyano

La Corte Suprema le dio ayer una mala noticia a Hugo Moyano: falló en favor del gremio de la alimentación y confirmó que es nulo el acuerdo que una empresa de catering había celebrado con el gremio de los camioneros.
Con su resolución, el alto tribunal, que preside Ricardo Lorenzetti, pone en tela de juicio la estrategia que, desde hace años, vino desarrollando el jefe de los camioneros para ampliar el número de afiliados de su sindicato. La causa fue iniciada en 2010 por el Sindicato Trabajadores de Industrias de la Alimentación contra Gate Gourmet, una empresa de catering que aprovisiona a los aviones..



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