EL ESTADO DE LAS COSAS
Una red de corrupción y una nueva crisis en la salud
pública
Rodrigo Abelenda / Betania Núñez
Brecha, Montevideo, 25-7-2014
Según las declaraciones y escuchas telefónicas de Interpol a las que tuvo
acceso Brecha habría otros jerarcas de ASSE implicados, también brindan nuevos
detalles sobre cómo se negociaban las coimas y hacia dónde iba el dinero. Otros
detalles revelados: la gestación de Buena Estrella a impulso de Silva, Tejeira
y Ferrín, y su debacle luego de la sobrefacturación. Pero más allá de las
investigaciones en la justicia, el caso vuelve a colocar en entredicho los
controles en los hospitales y la vulnerabilidad de un servicio en el que actúa
una centena de empresas tercerizadas. La crisis por otra parte se hace más
peliaguda porque estalla en plena campaña electoral, afecta al movimiento
sindical y evidencia demoras en la reglamentación de los mecanismos de
participación de los representantes sociales en ASSE, uno de los sellos de
izquierda en la reforma de la salud
Ya al tanto de
su citación, marcó en su teléfono. Todavía no sabía que iba a perder su
libertad, pero era consciente de los hechos que investigaba la justicia. De un
lado del aparato, Heber “Toshiba” Tejeira, del otro, varias personas
involucradas en el caso de corrupción en la salud pública que estalló la semana
pasada.
El 14 de julio,
dos días antes de presentarse a declarar, habló con su concubina. Los dos ya
conocían el motivo de sus citaciones y que tenían sus líneas telefónicas
intervenidas. Sin embargo, dos horas después, Tejeira llamó a la directora del
Hospital de Pando, María Andrea Rivero, y pactó encontrarse con ella para
ponerse de acuerdo en lo que iban a declarar. La mañana siguiente volvieron a
hablar, esta vez para confirmar que se encontrarían en las afueras del
hospital.
Ese 15 de julio
Tejeira habló además con el director de la empresa Joaka, Joaquín dos
Santos, y volvió a mencionar que la citación se debía a “las coimas” que
recibía de las empresas. Ya lo había comentado el 11 de julio, durante una
llamada que registra Interpol y que, junto con la copia de las otras escuchas,
se envió al juez Néstor Valetti, según un documento de la dirección de Crimen
Organizado al que accedió Brecha.
Heber Tejeira,
funcionario de ASSE experto en yesos y dirigente de la Federación de
Funcionarios de Salud Pública (FFSP), no era ni siquiera mencionado en las
primeras fojas del expediente.
La denuncia por sobrefacturación que hizo en diciembre de 2011 Laura de los Santos, ex funcionaria de la asociación civil Buena Estrella, fue contra los directivos de esa asociación, Rubens Rodríguez, Robert Bentos, Gonzalo Lamas y Maira Aquino. También contra Alfredo Silva, ahora ex miembro del directorio de ASSE en representación de los trabajadores.
La denuncia por sobrefacturación que hizo en diciembre de 2011 Laura de los Santos, ex funcionaria de la asociación civil Buena Estrella, fue contra los directivos de esa asociación, Rubens Rodríguez, Robert Bentos, Gonzalo Lamas y Maira Aquino. También contra Alfredo Silva, ahora ex miembro del directorio de ASSE en representación de los trabajadores.
Pero luego de
dos años y medio de investigación se comprobó que Tejeira no sólo estuvo
vinculado a la gestación de Buena Estrella, sino que también recibía coimas
a través de “giros y entregas de dinero” de empresas que mantenían contratos
con ASSE.
Los padrinos
Buena Estrella
se fundó el 16 de marzo de 2010, mucho antes de que la anterior empresa que
brindaba el servicio de limpieza al Maciel (Clanider) fuera apartada por
sobrefacturarle horas al hospital. El 1 de octubre de 2010, luego de que la
justicia penal corroborara la maniobra de Clanider, Buena Estrella ya estaba
pronta para entrar en acción: de mañana salía la primera y a la tarde ya
estaba brindando el servicio la segunda.
En enero de
2011 Buena Estrella empezó a trabajar en el Instituto Nacional del Cáncer (Inca),
en abril en el Hospital de Pando y en agosto en el de Rivera. Pese a que varias
de las contrataciones directas fueron observadas por el Tribunal de Cuentas, la
empresa seguía ganando terreno.
Que Alfredo
Silva y Heber Tejeira estuvieron vinculados a su creación no sólo surge de la
investigación judicial. Ya la prensa, y particularmente Brecha, lo habían
denunciado en 2011.
Laura de los
Santos brindó en su momento una grabación (véase Brecha del 2-XII-11) en
donde se vincula no sólo a Silva sino también al abogado Álvaro Ferrín:
“Les pedimos que esperen hasta el martes a que el abogado de Silva, Álvaro
Ferrín, les aclare el tema del traspaso (...).
Nos vamos a contactar con Silva (...).
Hoy hay un sindicato que también fomentó una ONG, y entonces entra en un doble rol. Si la situación fuera otra, nosotros nos dirigiríamos directamente al abogado de nuestro sindicato, pero también el abogado del sindicato ha asesorado a la ONG y es de confianza de la gente de la ONG. Entonces, que venga el abogado Ferrín, y si quieren ustedes traen un abogado que aclare los temas legales. (...)
No es que yo desconfíe de Ferrín, pero está jugando un doble juego”. Como se aclaró en aquella oportunidad, las afirmaciones fueron hechas por un miembro de la Comisión Interna del Maciel el 15 de octubre de 2010, y en ellas recomendaba a los ex funcionarios de Clanider que no firmaran contrato con Buena Estrella. Ferrín era en ese momento adjunto de Alfredo Silva en su calidad de miembro del directorio de ASSE (dejó de serlo en setiembre de 2011), y según lo que surge del audio, también era abogado de la FFSP y de Buena Estrella. Actualmente Ferrín es abogado de la FFSP
Nos vamos a contactar con Silva (...).
Hoy hay un sindicato que también fomentó una ONG, y entonces entra en un doble rol. Si la situación fuera otra, nosotros nos dirigiríamos directamente al abogado de nuestro sindicato, pero también el abogado del sindicato ha asesorado a la ONG y es de confianza de la gente de la ONG. Entonces, que venga el abogado Ferrín, y si quieren ustedes traen un abogado que aclare los temas legales. (...)
No es que yo desconfíe de Ferrín, pero está jugando un doble juego”. Como se aclaró en aquella oportunidad, las afirmaciones fueron hechas por un miembro de la Comisión Interna del Maciel el 15 de octubre de 2010, y en ellas recomendaba a los ex funcionarios de Clanider que no firmaran contrato con Buena Estrella. Ferrín era en ese momento adjunto de Alfredo Silva en su calidad de miembro del directorio de ASSE (dejó de serlo en setiembre de 2011), y según lo que surge del audio, también era abogado de la FFSP y de Buena Estrella. Actualmente Ferrín es abogado de la FFSP
Otros dos
documentos de Buena Estrella vinculan a la Federación y particularmente a
Tejeira con la creación de la asociación civil: sus estatutos, en donde se
establecía que en caso de disolución todos los bienes serían destinados a la
FFSP, y el acta de una asamblea, del 3 de julio de 2010, que recoge que “antes
de dar comienzo” Tejeira “realiza una síntesis del recorrido realizado y aporta
una visión de la situación actual”
Luego, la
historia de Clanider se repetía.
Como se manejó, y después comprobó la justicia, la sobrefacturación de Buena Estrella se hacía mediante el cobro de horas de capacitación que debería haber pagado la asociación pero fueron cobradas al hospital como horas trabajadas. Además, los encargados marcaban tarjeta, cuando esos sueldos debían ser pagados por Buena Estrella.
Como se manejó, y después comprobó la justicia, la sobrefacturación de Buena Estrella se hacía mediante el cobro de horas de capacitación que debería haber pagado la asociación pero fueron cobradas al hospital como horas trabajadas. Además, los encargados marcaban tarjeta, cuando esos sueldos debían ser pagados por Buena Estrella.
Por ello, Rubens
Rodríguez, Robert Bentos, Gonzalo Lamas y Maura Aquino resultaron procesados
sin prisión por el delito continuado de estafa. “Obviamente que éstos se
valieron del descontrol e inoperancia de los sistemas de control, y
principalmente de la negligencia e incapacidad en el cumplimiento de su tarea
de la directora administrativa del hospital Maciel”, Luz Iguini, dice el auto
de procesamiento. Sin embargo, fuentes de la investigación explicaron que no
encontraron dolo en su actuación, a pesar de que, como en el resto de los
casos, es pasible de seguir siendo investigada. De todas maneras la funcionaria
ya había sido desplazada de su cargo en 2011 por sus errores administrativos.
Asimismo, por
haber participado en la creación y facilitar la entrada de la asociación en los
hospitales, Alfredo Silva fue procesado sin prisión por un delito continuado de
conjunción del interés personal y el público. Según pudo saber Brecha de varias
fuentes judiciales, el testimonio que más complicó a Silva lo dio la ex
directiva de Buena Estrella Maira Aquino. Fue la primera en ser interrogada y,
luego de su testimonio, las preguntas al resto de los directivos se tornaron
más específicas. El resto de los empresarios, Rodríguez, Bentos y Lamas,
declararon en la misma línea que la primera.
De acuerdo al
acta de sus declaraciones, a las que accedió este semanario, Aquino señaló que
Silva les suministraba datos para presentarse en licitaciones en el Inca y los
hospitales de Pando y Rivera.
La directiva declaró que en Pando “nos dijeron que nos hiciéramos cargo hasta que se solucionara el problema, pasó lo mismo con el Inca y el Hospital de Rivera, en el que nos hicieron ir de golpe y porrazo”. Ellos, “Silva y Tejeira, decían con cuántas horas había que presentarse y con qué valor.
Como ellos eran los que estaban en contacto y sabían todo, nos decían qué hacer”. La directiva aseguró: “éramos títeres de ellos”, y relató que conoció a Silva y Tejeira cuando comenzaron a intuir que la suerte de Clanider se había terminado, ya que estaba siendo investigada por la justicia.
La directiva declaró que en Pando “nos dijeron que nos hiciéramos cargo hasta que se solucionara el problema, pasó lo mismo con el Inca y el Hospital de Rivera, en el que nos hicieron ir de golpe y porrazo”. Ellos, “Silva y Tejeira, decían con cuántas horas había que presentarse y con qué valor.
Como ellos eran los que estaban en contacto y sabían todo, nos decían qué hacer”. La directiva aseguró: “éramos títeres de ellos”, y relató que conoció a Silva y Tejeira cuando comenzaron a intuir que la suerte de Clanider se había terminado, ya que estaba siendo investigada por la justicia.
Presiones y favores
La justicia comprobó
que Tejeira, “aprovechándose de su condición de representante de los
funcionarios de Salud Pública, encargado de las empresas tercerizadas, recibió
giros o entregas de dinero, de variada cuantía, de diversas empresas que
prestaban servicios tercerizados en distintos centros de Salud Pública”
Los empresarios
que le pagaban eran Joaquín dos Santos (por JoakaS.A.), Jorge Lucero
(unipersonal de igual nombre), Alejandro Servioli (Onamerica SA) y Carlos
Carbone (asociación civil Apex). Según supo Brecha, el giro más alto que se
encontró fue de 110 mil pesos, y la justicia detectó que Tejeira recaudaba al
menos entre 30 y 40 mil pesos por mes. Lo recibía a cambio de los “favores” que
hacía a las empresas: averiguaba cotizaciones, presionaba para favorecer a sus
empresas “amigas” en los contratos, lograba que se adelantaran pagos del
prestador público, negociaba la paz sindical
De los
testimonios dados a Interpol a los que accedió Brecha surge que Dos Santos
reconoció haber concurrido a la Federación para dejarle un sobre a Tejeira.
Según su primera declaración, contenía datos de un funcionario, pero las
escuchas lo deschavaron: él mismo había dicho por teléfono que el contenido del
sobre era “para comer un asado”. Jorge Lucero admitió los giros, pero no para
Tejeira, que según él era un intermediario.
El destino final sería el pago a trabajadores de su propia empresa, la unipersonal Jorge Lucero.
Por su parte, tanto Carbone como Servioli confesaron que el dinero era para asegurarse la paz sindical. Carbone contó además que hablaba con Tejeira en los bares Los dos Patos y El Telurio, donde le entregaba plata para que le facilitara pagos pendientes de ASSE.
El destino final sería el pago a trabajadores de su propia empresa, la unipersonal Jorge Lucero.
Por su parte, tanto Carbone como Servioli confesaron que el dinero era para asegurarse la paz sindical. Carbone contó además que hablaba con Tejeira en los bares Los dos Patos y El Telurio, donde le entregaba plata para que le facilitara pagos pendientes de ASSE.
Sobre los
giros, Interpol también recoge que la ex mujer de Tejeira dijo que recibió
dinero de una empresa tercerizada, de la que no recordaba el nombre, para
organizar “la fiesta del funcionario de Salud Pública, el 20 de octubre”.
También su concubina declaró haber recibido giros de dinero, pero directamente
de Tejeira.
Desde su lugar,
Marcelo Spósito, adjunto de Alfredo Silva en el directorio, reconoce que
a pedido de Tejeira hizo consultas a la secretaria del gerente administrativo
de ASSE, María Ximena Trapani, sobre las empresas Lucero, Joaka y Apex. Por su
parte, Trapani dijo que tanto Tejeira como Spósito la llamaban para apurar
pagos y que Héctor Garbarino, gerente administrativo de ASSE, estaba al tanto y
era claro que siempre se buscaba beneficiar a las mismas empresas: Joaka,
Onamerica, Lucero y Apex.
Brecha detectó
que Joaka tuvo y tiene numerosos contratos con diversos ministerios,
intendencias y otras entidades públicas. Varios de ellos han sido
observados por el Tribunal de Cuentas (TC).
Respecto de ASSE, los contratos firmados con esta empresa durante 2014 son con ASSE central para el Edificio Libertad (firmado por Garbarino), con el Hospital de Mercedes (dos veces observado por el TC) y con el Hospital de Pando.
Respecto de ASSE, los contratos firmados con esta empresa durante 2014 son con ASSE central para el Edificio Libertad (firmado por Garbarino), con el Hospital de Mercedes (dos veces observado por el TC) y con el Hospital de Pando.
Respecto a este
último, su directora, María Andrea Rivero, dijo a Interpol que no recibió
ningún tipo de presión. Consultada por Brecha sobre el encuentro que tuvo con
Tejeira un día antes de la declaración, se negó tajantemente a hacer
comentarios. Si sabía de las maniobras o si fue presionada, es un misterio.
Luego de las
actuaciones de la justicia, los únicos procesados sin prisión por cohecho
simple fueron Dos Santos, Lucero, Servioli y Carbone, ya que se entendió que
los empresarios buscaban “obtener determinados favores” para que Tejeira los
beneficiara “utilizando indebidamente sus influencias.
Tejeira fue procesado con prisión por el delito de cohecho simple en reiteración real, sumado al mismo delito por el que fue procesado Silva.
Tejeira fue procesado con prisión por el delito de cohecho simple en reiteración real, sumado al mismo delito por el que fue procesado Silva.
Estrategias
En cuanto a los
empresarios, el juez les imputó el delito de cohecho porque tanto ellos como
Tejeira estaban “en igual posición” cuando cometieron el delito. En otras
palabras, ambas partes actuaron en connivencia para pagar dinero a cambio de un
acto. Según pudo saber Brecha, una posible estrategia de la defensa de los
empresarios, si es que deciden apelar el procesamiento, es probar que Tejeira
“presionó” o indujo a los empresarios a pagarle a cambio de paz sindical y que
las coimas no se produjeron de común acuerdo.
En ese caso las situación del “Toshiba” se agravaría, porque la figura que le cabría es la de concusión, un delito más grave que el cohecho.
En ese caso las situación del “Toshiba” se agravaría, porque la figura que le cabría es la de concusión, un delito más grave que el cohecho.
La defensa de
Alfredo Silva se basó en que el exrepresentante de los trabajadores no era el
“ordenador del gasto”. El delito de conjunción del interés personal y del
público castiga a las personas que se interesan en cualquier acto o contrato en
el que deban intervenir por razón de su cargo.
Pero la defensa sostiene que su puesto en el directorio “no tiene nada que ver con la función de los directores de una unidad ejecutora que, como ordenadores de gasto, aprueban las licitaciones o los llamados a compras directas”, como los de Buena Estrella, sostiene el alegato al que accedió Brecha.
Pero la defensa sostiene que su puesto en el directorio “no tiene nada que ver con la función de los directores de una unidad ejecutora que, como ordenadores de gasto, aprueban las licitaciones o los llamados a compras directas”, como los de Buena Estrella, sostiene el alegato al que accedió Brecha.
Sus abogados
también se basan en que la tesorera de Buena Estrella, Maira Aquino, manifestó
cierto rencor con Silva por “no estar en las malas”, en referencia a las
dificultades administrativas que tuvieron una vez que se probó la
sobrefacturación. Apoyándose en esa afirmación, los abogados sostienen en su alegato
que “esta responsabilidad de Silva fue vivida como un abandono, cuando en
realidad lo que pasa es que Silva no está para eso y no es su función
interferir ante las autoridades ejecutoras”.
La defensa del ex director de ASSE apelará el martes buscando probar que Silva tuvo un interés “legítimo” en Buena Estrella al defender puestos de trabajo. Si logran demostrar eso, sostienen, no se configuraría el delito de conjunción para el que es necesario un interés espurio.
En su fallo, el fiscal de la causa Gilberto
Rodríguez hizo oídos sordos a los argumentos de Silva.La defensa del ex director de ASSE apelará el martes buscando probar que Silva tuvo un interés “legítimo” en Buena Estrella al defender puestos de trabajo. Si logran demostrar eso, sostienen, no se configuraría el delito de conjunción para el que es necesario un interés espurio.
En diálogo con Brecha dijo que un director de un organismo se interesa por cuestiones y lineamientos políticos generales, “no puede bajar a ocuparse del contrato de una empresa particular”.
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