DEL OTRO
LADO DEL RÍO
El abogado de Schoklender solicitó que allanen la Fundación de las Madres
Perfil.com revela detalles de la
nueva presentación judicial del representante de Sergio Schoklender y las
contradicciones de las declaraciones de Hebe de Bonafini en la causa.
Diario Perfil / Por Luis Gasulla | 24/09/2014 | 11:25
Ver video: Discurso de Sergio Schoklender en el Mercado Central
Sergio Schoklender está “enojado,
harto de que le cambien las reglas del juego” explica a Perfil.com un
allegado que lo acompaña en su flamante arremetida, ahora, contra el
vicepresidente Amado Boudou. Es que, como informó Perfil.com el 12 de diciembre del
2012 el ex ministro de Economía estuvo detrás del armado del fideicomiso “Ni un
paso atrás” junto con el intendente de Quilmes, Francisco “Barba” Gutiérrez. Al
frente de las finanzas de la Fundación, Boudou colocó a su amigo de la
infancia, Roberto Aybar “el gordo” Domínguez que cobraba 44.100 pesos
mensuales que se depositaban en dos cuentas bancarias distintas, una de
ellas de un familiar de su extrema confianza. Pero, tras la caída en desgracia
del viceprocesado, Bonafini separó a Domínguez y continuó en funciones el
mendocino Luis Debandi. Según la presentación espontánea de Schoklender, el fideicomiso cobró 160
millones de pesos del Estado nacional por obras realizadas durante su
gestión.
El abogado oficial, Hernán Figueroa, insiste en que la justicia debería
investigar el manejo de fondos públicos de la Fundación Madres de Plaza de Mayo
antes, durante y después del paso de Sergio Schoklender. Durante los tiempos de Norberto Oyarbide, la
investigación sólo se centró en lo que había pasado antes del 26 de mayo del 2011,
día en que los hermanos Schoklender se pelearon en la vía pública y fueron
eyectados de la Fundación de Bonafini.
Tras la declaración de Sergio Schoklender, su abogado presentó un pedido
formal para que el juez Marcelo Martínez Di Giorgi allane las sedes de la
Fundación y de la empresa Fideglob S.A. Por otra parte, pidió la ampliación
de las declaraciones testimoniales de aquellas personas que el juez Oyarbide no
le había notificado a la defensa. No se quedó allí. El letrado presentó dos
convenios firmados entre Hebe de Bonafini y el Fideicomiso “Ni un paso atrás” y
solicitó que se cite al ex contador de la Fundación, Carlos Cernuda, al abogado
Augusto Kersmann y al escribano Víctor Gaitán.
Desde el 2011, la Fundación de Bonafini no presentó
sus memorias, inventarios ni balances. De los 6500 trabajadores, sólo quedaron una centena en
relación de dependencia. Durante la segunda mitad del 2011 y el 2012, otro
pequeño porcentaje fue contratado, a través de planes sociales, por el
Movimiento Evita de Emilio Pérsico.
Fideglob S.A. y las increíbles contradicciones de
Bonafini
El 24 de agosto del 2011, mientras Alejandra Pastor, hija de Bonafini,
estaba a cargo de la Fundación, se firmó un convenio marco con Fideglob S.A.
manejado por el mendocino Luis Debandi. Representando a la Fundación, Hebe
firmó el convenio por el que el fideicomiso “Ni un paso atrás” se haría cargo
del manejo de los fondos públicos, las deudas con los contratistas y empleados
y la contratación de nuevos emprendimientos. Pero del pequeño porcentaje
inicial del 1%, el fideicomiso pasaría a cobrar el 16,66% a partir del 10 de
enero del 2012. Por ese entonces, el supuesto testaferro de Boudou, Domínguez
manejaba las cuentas de la Fundación a distancia, desde el partido de la Costa.
Poco después de la salida de Schoklender, Fideglob S.A. intimó a la
municipalidad de Rosario a que le transfieran $17.727.087,83. Nunca quedó
claro si la Fundación cobró o no ese dinero.
Según el convenio que firmó la Fundación Madres de Plaza de Mayo con el
fideicomiso de administración, “Ni un paso atrás”, las ganancias de los
emprendimientos educativos y comunicacionales también estarían incluidos bajo
el rótulo c) ingresos generales. Esto significa que, tanto la imprenta como la
Universidad Popular, en caso de ganar dinero, el fideicomiso recibiría un 16%.
El 26 de febrero del 2012, sentada frente al juez Oyarbide, Hebe de Bonafini, dijo que la radio como la imprenta
“pertenecen a la Asociación de las Madres. La Fundación era para Sueños
Compartidos”. Esa testimonial provocó un cimbronazo puertas adentro de la
Fundación pues, algunas Madres de Plaza de Mayo temían “quedar pegadas”. “A Hebe
la respaldamos siempre pero tenemos una historia detrás y no podemos faltar a
la verdad” le confesó una de ellas a un ex director educativo de la
institución quien también terminó despedido.
Ese 26 de febrero, Bonafini aseguró que “había algunas veces que si había
que hacer un arreglo en la radio o en el Ecunhi se hacía con la Fundación”. La
cantante y actual Ministra de Cultura, Teresa Parodi, estuvo al frente del
Espacio Cultural Nuestros Hijos que funciona en la Ex Esma. Sus empleados no
cobraron los sueldos durante meses tras la salida de Schoklender como contaron,
varios de ellos, en mi libro El negocio de los derechos humanos. Sin
embargo, Hebe declaró ante Oyarbide que “la radio –se sostiene- con avisos y el
Ministerio de Desarrollo Social que hacía aportes. Y el Ecunhi con el
Ministerio de Educación, Desarrollo Social y los cursos que tiene y después los
aportes y donaciones”. Es llamativo que, cuando los emprendimientos
comunicacionales y educativos no funcionaban la culpa era de “los Schoklender
que se afanaron todo” pero, ante la justicia, Bonafini dijo que no esos
proyectos no dependían de Sueños Compartidos. Más aún, todos ellos formaron
parte del mega-convenio con el Fideicomiso “Ni un paso atrás”. La pregunta es
por qué.
La defensa de Schoklender insiste en que se conozca el nombre de los
supuestos testigos de identidad reservada. Uno de ellos me confesó que, en el
juzgado de Oyarbide, acompañado por los abogados de Bonafini y un representante
del gobierno nacional, “le dibujaron la declaración”.
En el comienzo fue Amado
Al comienzo, Amado Boudou y Sergio Schoklender se
llevaban muy bien. Se necesitaban. La Madre fogoneó, al actual vice, como candidato a
jefe de gobierno. Se solventaron gastos de esa inconclusa campaña. Boudou
finalmente no fue candidato a competir contra la reelección de Mauricio Macri en la ciudad. El elegido fue,
finalmente, Daniel Filmus. Según Pablo Schoklender, en una entrevista concedida
para “El negocio de la impunidad. La herencia K”, la Fundación “bancó
más actos de campaña que La Cámpora y el Movimiento Evita juntos”. Boudou no
fue la excepción. Pero Amado quiso formar parte del emprendimiento privado que
significaba la constructora de Sergio, Meldorek. Estuvieron reunidos para
abrochar el negocio. Boudou garantizaría un millonario préstamo a través de los
"Fondos del Bicentenario" a cambio de quedarse con un porcentaje de
Meldorek que, en ese momento, soñaba con exportar sus casas móviles,
introducirse en el negocio educativo -recordar Jean Piaget- y dar cátedra de
sus logros en lo que sería la inauguración de la Feria "Tecnópolis".
No hubo tiempo.
Las feroces peleas internas en la Fundación, los celos entre Hebe y Sergio,
dinamitaron a Sueños Compartidos. Cierto es que, Schoklender estaba en la mira
del gobierno nacional por sus desplantes, su verborragia y porque “entraba en
franciscanas a patear las puertas de los despachos de los funcionarios del
Ministerio de Planificación” como recuerda su hermano. La inflación, la toma
del Indoamericano, las broncas con José López –segundo de Julio De Vido- y,
fundamentalmente, la muerte de Néstor Kirchner, acabaron con el futuro de
Schoklender como contratista preferido del kirchnerismo. Hebe lo entregó y le
abrió las puertas a Boudou que viajaba, semanalmente, a su casa en La Plata a
compartir mates y consuelos. De esos encuentros surgió la idea del fideicomiso
y la colocación de hombres de extrema confianza del futuro vicepresidente en el
manejo de las cuentas de la Fundación que debían ser "emprolijadas".
Según la diputada nacional Patricia Bullrich, Schoklender “se guardó información” durante mucho tiempo. Lo cierto es
que, el 10 de abril del 2012, cuando el ex hijo putativo de Bonafini declaró
ante la Oficina Anticorrupción, no contaba con toda la información sobre el
fideicomiso que se hizo cargo de la administración de la Fundación. Pero, es
innegable, que Schoklender es astuto y sabe contra quién apuntar sus cañones. Hoy
Amado Boudou no goza de la simpatía popular ni política que tenía cuando,
el 24 de marzo del 2011, en un acto en el Mercado Central, Sergio recordó a
Néstor como “el desaparecido 30 mil 1”. Detrás lo aplaudía Hebe, Guillermo
Moreno, Gabriel Mariotto, Ricardo Bruzzese, La Cámpora, Débora Giorgi y un
sonriente Amado Boudou.
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http://www.perfil.com/politica/El-abogado-de-Schoklender-solicito-que-allanen-la-Fundacion-de-las-Madres--20140924-0018.html
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