domingo, 7 de septiembre de 2014

Los Uruguayos Son Muy Inteligentes (Tabaré Vázquez)



TRIBUNA ABIERTA
Los Uruguayos Son Muy Inteligentes (Tabaré Vázquez)
 Claro, siempre que voten al individuo de aspecto santurrón y voz de timbre y tono falsetes. Es la expresión del falluto repetida en esta y en su anterior campaña electoral. Toda vez que hemos criticado a nuestro pueblo con duras adjetivaciones, no lo hacemos despechados por los resultados eleccionarios
La famosa tanto como execrable  viveza criolla, aparte de todos los vicios y mañas que encierran esos dos vocablos, es una propiedad colectiva de vasta extensión en la ciudadanía.  El sostén  de este aserto lo constituyen sin dudas, la ignorancia y la incultura términos que, conceptualmente, hacen a la actitud mental y al comportamiento social de las personas.  El que tantos oportunistas, inescrupulosos, mentirosos, demagogos, entreguistas e incompetentes a lo largo de nuestra historia hayan logrado trepar al poder y  al galardón de presidente de la República, inclusive por dos veces, es voluntad  popular de una muy discutida democracia.   Acuso, pero no condeno a nadie.
El voto es de hecho, el producto de una voluntad comprada vía soborno individual o colectivo, con la promesa a cumplir con cargo al Estado,  en favor  del partido político.
La actuación de este gobierno es en este sentido, una grosera muestra  de proselitismo o clientelismo político. Por ej. el MIDES  como máquina electoral. La venalidad del electorado es determinante en los resultados. Nos recuerda la época del último caudillo colorado, Luis Batlle Berres y la de su propio tío. Duplicó el número de empleados públicos. Las empresas del  Estado eran como aquello de entrar, revolver y llevar. A todos los niveles jerárquicos, los robos de lo que fuere,  era una constante. ¡La Suiza de América!
Las jubilaciones truchas de aquel período eran escandalosas. Es cierto, los salarios públicos eran bajos, como también la moral pública de antes y la de ahora. Hoy, la probabilidad de acceso nuevamente a la presidencia de uno de los más grandes demagogos que he visto en mi ya larga vida y que es además, la expresión de la actitud mental de las mayorías,  da pie a la pobre imagen que muestra el comportamiento, la cultura, el intelecto de nuestros conciudadanos.
¿Qué decir de los partidos tradicionales?
Que son consecuentes con el sistema de capitalismo salvaje, el capital trasnacional, el entreguismo; que hacen poco, pero al menos, son lo que dicen y muestran. 
De Lacalle junior,  sólo podemos establecer una imagen lejana, difusa, de un joven inteligente y dinámico con el sólo y negativo  juicio, no personal, que sui géneris emana de su entorno político. La mayor parte de su séquito es bosta pura,  pro yanquis, pro sionistas, ergo, imperialistas al extremo.   No vale la pena gastar espacio con referencias al hijo del inepto y fallecido dictador.
El solo hecho de pertenecer al partido colorado siendo ilustrado, es honrar a los traidores, ladrones y genocidas de la historia. Es inmoral. El PI es funcional al sistema. Nada cambia. En oposición a todo, la única izquierda se expresa en UP-AP.
Tal vez no sea yo izquierdista,  solamente por mi concepción metafísica del mundo y de la vida, sin embargo, valoro por encima de toda valoración ideológica, la fidelidad a las ideas, en lo que se cree como justo y, hasta morir por ellas.
El voto en blanco  o anulado no es más que huir de la pelea.
A nadie va inquietar que un pequeño número de personas, pues no habría probabilidades masivas, muestre su descontento ignorando a todos los candidatos y partidos. En un Parlamento sin mayorías para el gobierno, un solo voto aunque más no sea, puede jugar un papel trascendente. 
No es nada nuevo decir esto, pero es tan real e importante, que vale la pena repetirlo
VASCO
postaporteñ@ 1237 - 2014-09-06

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