En 2013 comenzó plan
para proteger calidad, pero contaminación persiste. Foto: R. Figueredo.
El presidente Tabaré Vázquez les transmitió un mensaje claro ayer a sus
ministros: no se pueden demorar en implementar soluciones para la contaminación
del río Santa Lucía, porque si bien OSE está por ahora en condiciones de
potabilizar su agua, cada vez le resultará más caro y puede llegar un momento
en que le resulte imposible.
El País.com.uy / Juan Pablo Correa -
jue mar 19 2015
El presidente recibió un informe del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento
Territorial y Medio Ambiente que señala que "el creciente problema de
floraciones algales de cianobacterias potencialmente tóxicas en el cuerpo de
agua, indicaría un riesgo potencial de toxicidad en el agua de distribución,
con encarecimiento y dificultades en el tratamiento del agua a
potabilizar". El abastecimiento de agua de Montevideo y la zona
metropolitana se basa actualmente en los recursos de la cuenca del Santa Lucía,
y Vázquez anunció el domingo 1° de marzo que el tema sería prioritario.
Vázquez se reunió ayer con los ministros de Vivienda, Eneida de León, de
Industria, Carolina Cosse, y de Ganadería, Tabaré Aguerre, y el presidente de
OSE, Milton Machado. De León dijo que "en lo que nos ha insistido el
presidente es que este tema es crucial para este gobierno y no se va a dilatar
en el tiempo".
La erosión en primer lugar, seguida por la actividad de los tambos y la
actividad industrial, han generado grandes concentraciones de nutrientes como
el fósforo y nitrógeno que facilitan la aparición de cianobacterias que pueden
provocar la muerte de animales y, en menor medida, de humanos. El río Santa
Lucía presenta un grado de "eutrofización" creciente, lo que quiere
decir que tiene un exceso de los mencionados nutrientes que pueden hacer que el
agua se vuelva turbia.
En una resolución de febrero, por la cual dio más plazo a 23 empresas
industriales para construir sus sistemas de tratamiento de efluentes (ver nota
aparte), el Ministerio de Vivienda había señalado que el río Santa Lucía
presentaba una situación "preocupante" porque los problemas de
calidad y cantidad del agua "conforman un escenario que puede ser crítico
para la principal fuente de agua bruta con destino al suministro de agua
potable del país".
En el informe que analizó Vázquez, se señala que el punto más crítico es la
zona del arroyo Canelón Chico, cerca de Aguas Corrientes, que presenta más de
1.800 microgramos de fósforo por litro de agua, cuando el máximo permitido es
de 25.
El exdirector de OSE, Daoiz Uriarte, que ahora es director nacional de
Arquitectura, reconoció a El País que el agua en esa zona está "sumamente
contaminada" pero que solamente se utiliza en casos de sequía, debidamente
potabilizada, y siempre mezclada con agua de otro origen. Según Uriarte, el 80%
de la contaminación del Santa Lucía tiene que ver con la erosión que provoca el
arrastre de partículas de suelo y contaminantes a cursos de agua y causa la
"eutrofización".
La zona tiene, desde el siglo XIX, una historia de intenso uso del suelo.
Curtiembres y frigoríficos provocan mucha contaminación en ciertos puntos pero
no explican el grueso del problema ya que su incidencia en el total no pasa del
5%. Uriarte cree fundamental reforestar las riberas del río para que los
árboles actúen como filtro y eviten que los productos de la erosión lleguen al
cauce. "No estamos en emergencia ni vamos a tener una crisis en 5 o 10
años pero hay que prepararse porque cuando llega el problema no alcanzan 2 o 3 años
para solucionarlo", explicó. Es un problema de larga data porque el río
lleva más de 100 años recibiendo efluentes, lo que se intensificó al
tecnificarse la producción.
Precauciones.
La zona del Santa Lucía es el corazón de la cuenca lechera. Los establecimientos
con más de 500 vacas destinadas a una única sala de ordeñe deberán contar con
un plan de residuos sólidos aprobado por la Dirección Nacional de Medio
Ambiente.
Ricardo de Izaguirre, presidente del Instituto Nacional de la Leche,
explicó a El País que lo que se busca es que la materia fecal de las vacas no
quede en los tambos sino que se traslade a las partes del establecimiento más
alejadas del río y que sean más pobres para ser utilizadas allí como
fertilizante.
De Izaguirre dijo que se bajará próximamente el "piso" de los
establecimientos a los que se les hace este requerimiento a 300 hectáreas.
El presidente de OSE, Milton Machado, aseguró a El País que "nunca han
pasado al agua cianobacterias tóxicas" y dijo que la situación "es
bastante estable" y que "no se han agregado químicos al agua".
"Se está trabajando porque no se minimiza el problema. El agua potable
es segura y cumple con las disposiciones bromatológicas" y se han
invertido US$ 40 millones en infraestructura de potabilización, aseguró.
El agua llega a Montevideo a través de las líneas de bombeo que salen de
Aguas Corrientes, una planta construida en el siglo XIX por la empresa inglesa
antecesora de OSE. (Producción: María Eugenia Lima).
Árboles para mitigar los efectos de
la erosión.
Un elemento positivo desde el punto de vista del gobierno es que ha
aumentado la cantidad de hectáreas de bosque nativo en la cuenca del río Santa
Lucía en más de 20.000 en los últimos 20 años. Ayer el ministro de Ganadería,
Tabaré Aguerre, recordó que incrementó de US$ 400 a US$ 2.500 la multa por
talar una hectárea de monte nativo que cumple un rol importante en reducir los
efectos de la erosión. Este fenómeno es muy importante en la cuenca lechera de
Florida y San José y en una zona de Canelones vinculada a la producción
hortícola, frutícola, vitivinícola, y lechera. El laboreo a favor de las
pendientes, la intensificación de la producción con fertilización y riego
generaron el incremento de la erosión y el agotamiento de los suelos. La
erosión baja el nivel productivo y reduce la fertilidad. Eso lleva al
incremento de insumos para mantener la producción lo que, a su vez,
retroalimenta la erosión, provocándose con esto la acumulación de sedimentos en
cuerpos de agua superficiales.
El Santa Lucía nace en Lavalleja y se alimenta de numerosos cursos de agua.
Polémica por nuevas reservas de agua.
El investigador de la Facultad de Ciencias Luis Aubriot cuestiona que OSE
vaya a constituir una reserva de agua de 150 millones de metros cúbicos en el
arroyo Casupá, en el departamento de Florida, porque cree que por sus
características podría generar una acumulación de cianobacterias. El presidente
de OSE, Milton Machado, no niega esa posibilidad. "No decimos que no, hay
que seguirlo estudiando. Pero es fundamental contar con una reserva que
complemente a Paso Severino en cantidad y calidad", explicó.
OSE hizo una proyección a 30 años de las necesidades de abastecimiento del
sistema metropolitano de agua potable y concluyó que se debe generar
alternativas. En caso de sequía severa, las nuevas represas (la primera se
construirá en Casupá y la segunda en el arroyo El Soldado, en el departamento
de Lavalleja) agregarían 60 días de reservas y se utilizarán como reserva de
agua bruta para la usina potabilizadora de Aguas Corrientes, en Canelones.
"Se duplica la reserva para que no pase lo que, por ejemplo, pasa en San
Pablo hoy", señaló Machado. Aunque la población permanece estable se
registran picos de demanda en los períodos de elevadas temperaturas.
La cuenca del Santa Lucía, tiene 13.681 kilómetros cuadrados y abarca
Lavalleja, Canelones, San José, Montevideo, Flores y Florida. Abastece al 60%
de la población del país. Está afectada por el uso de agrotóxicos, la erosión,
los efluentes industriales y la actividad de los tambos. En 2013 se estableció
que los predios rurales de la cuenca deben presentar planes de uso, manejo y
conservación de los suelos ante el Ministerio de Ganadería. En la zona se ha
incrementado el área de monte nativo.
Batería de medidas.
Las industrias más importantes de la zona de Santa Lucía (23 en total)
tendrán que contar con plantas de tratamiento de efluentes. Se prorrogaron los
plazos que tenían al 30 de mayo, 30 de septiembre y 30 de diciembre, según los
casos, debido a la complejidad de los proyectos; 18 de ellas ya los
presentaron. Se busca reducir a menos de la mitad los niveles de contaminación
causada por nitrógeno y fósforo.
Las localidades de Fray Marcos (Florida), San Ramón y Santa Lucía
(Canelones) tendrán plantas de tratamiento de efluentes domésticos con remoción
de nutrientes.
Se reguló la instalación de establecimientos de ganado bovino a corral con
destino a faena o recría que deberán tener autorización ambiental de la Dinama
y un sistema de gestión de efluentes.
Se establecerán requisitos y criterios de instalación y operación para
tambos, consensuados entre los actores del sector lechero.
Se solucionará antes de septiembre de 2017 el manejo y disposición de los
lodos de la planta de Aguas Corrientes.
Habrá una zona de amortiguación donde no podrá haber laboreo de la tierra
ni uso de agroquímicos (para conservar y restituir el monte ribereño) en una
franja de 40 metros a ambas márgenes de los ríos Santa Lucía y San José, de 20
metros en los afluentes principales (por ejemplo los arroyos Canelón Grande,
Tropa Vieja, Durán, Las Piedras y Colorado) y de 100 metros en el entorno de
los embalses de Paso Severino, Canelón Grande y San Francisco.
Van a ser intimados los responsables de extracciones de agua superficial y
subterránea de la cuenca que carezcan del respectivo permiso para que lo
soliciten en un plazo máximo de seis meses.
Se aplicará un tratamiento más avanzado de las aguas en las plantas de OSE
de Casupá, Florida, Minas y San José.
Fuente: El País.com.uy.
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