viernes, 27 de marzo de 2015

La Cámara Federal se encamina a desestimar la denuncia de Nisman



Fiscal Alberto Nisman. Foto: Archivo / Fabián Marelli / LA NACION
Por Hernán Cappiello | LA NACION - Jueves 26 de marzo de 2015 | Publicado en edición impresa
El Gobierno estará hoy en condiciones de festejar. Por lo menos es lo que se prevé por estas horas en los tribunales de Comodoro Py 2002. La Cámara Federal tiene previsto decidir hoy sobre la denuncia del ex fiscal Alberto Nisman contra la presidenta Cristina Kirchner, a la que acusó de encubrir a Irán en la causa por el atentado contra la AMIA. Y todo se encamina a que los camaristas la desestimen al entender que no hay ningún delito que investigar.
La decisión está en manos de los jueces de la Sala I del tribunal, Eduardo Freiler, Jorge Ballestero y Eduardo Farah, un tribunal que supo dictar fallos en sintonía con los deseos del Gobierno, se endureció a fin de año y ahora estaría dispuesto a rechazar la denuncia de Nisman por "inexistencia de delito".
Era una lotería ayer en tribunales adivinar cómo iban a votar los camaristas. Supuestamente hubo un cambio de posturas con el correr de los días. La semana pasada había trascendido que los jueces Ballestero y Freiler, que suelen votar en sintonía en temas en que es sencillo ponerse de acuerdo, votarían por rechazar la denuncia. Y Farah habría previsto abrir la causa e investigarla. Pero ayer allegados al tribunal señalaban que una reunión de última hora podría unificar posiciones y llegar a una votación unánime. Cualquiera que sea la cuenta, si tres a cero o dos a uno, la noticia le daría una alegría al Gobierno.
El trámite procesal prevé que el fiscal de Cámara Germán Moldes tiene la posibilidad de recurrir ante la Cámara de Casación Penal, el máximo tribunal penal del país por debajo de la Corte Suprema, para determinar si confirma o no esta resolución. Como se trata de una causa nueva, debería sortearse qué sala de Casación intervendría en caso de una apelación del fiscal.
Nisman denunció a la Presidenta, al canciller Héctor Timerman, al diputado de La Cámpora Andrés Larroque, al piquetero Luis D'Elía y al líder de Quebracho, Fernando Esteche, entre otros implicados, porque supuestamente habían tramado un complot para desincriminar a ex funcionarios iraníes de los cargos que pesan en su contra por idear y ejecutar el atentado contra la AMIA en 1994.
Nisman apoyó su denuncia en escuchas telefónicas de conversaciones entre Alberto "Yussuf" Khalil, un representante de la comunidad iraní en Buenos Aires, y D'Elía, entrelazadas con datos públicos sobre la actuación del Gobierno con Irán. En particular, entendió Nisman que el Memorándum secreto firmado entre la Argentina e Irán, que contempla la posibilidad de interrogar a los sospechosos iraníes prófugos de la Justicia, fue la herramienta que iba a permitir la impunidad de los buscados. Razonó que el pacto estaba orientado a que cayeran las circulares rojas de Interpol, mediante las cuales la justicia argentina pidió la captura internacional de cinco iraníes sospechados de planear y ejecutar el ataque.
El fiscal presentó su denuncia el 14 de enero pasado y cuatro días después apareció muerto en su departamento de Puerto Madero, con un disparo en la cabeza.
Cuando concluyó la feria judicial y arrancó febrero, el fiscal Gerardo Pollicita impulsó la denuncia y pidió al juez Daniel Rafecas que realizara 46 medidas de prueba para establecer si había evidencias para sostener las sospechas de Nisman.
Pero Rafecas se tomó una semana para analizar el caso y decidió rechazar la denuncia al entender que era infundada y que las hipótesis de Nisman no se sostenían. Argumentó que como el pacto con Irán no estaba en vigor no se había producido ni siquiera principio de ejecución de un delito e interpretó, con las evidencias que le acercó el Gobierno, que el fiscal muerto se contradecía con su acusación.
El fallo de Rafecas fue una bocanada de alivio para la Presidenta, que despidió 2014 con el frente tribunalicio complicado.
Fortalecido el Gobierno, a través de la defensa de Larroque buscó sacar del caso al fiscal ante la Cámara Federal Germán Moldes, que apelaría la resolución de Rafecas. Argumentaron que sus expresiones sobre la multitudinaria marcha que se realizó en memoria de Nisman, de la que Moldes era uno de sus organizadores, era una muestra de cómo había perdido imparcialidad.
Pero Larroque no tuvo suerte y Moldes fue confirmado por los jueces de la Sala I de la Cámara Federal. El fiscal, respaldado en el caso, entonces argumentó ante los camaristas Freiler, Farah y Ballestero la semana pasada para que no desestimaran la denuncia de Nisman. Les dijo que es prematuro hacerlo y que antes de tomar una decisión hay que producir alguna de las pruebas que sugirió Pollicita. Los camaristas pasaron el fin de semana largo meditando su decisión, a la que ayer sus secretarios comenzaron a darle forma de sentencia.
Cómo seguiría la causa
1 Cámara federal
Si el tribunal desestima la denuncia de Nisman, la acusación contra la Presidenta por encubrimiento sumaría su segundo revés judicial, tras el fallo del juez federal Daniel Rafecas.
2 Apelación
Una desestimación habilitaría la posibilidad de que el fiscal de Cámara recurra el fallo.
3 Casación
Serían los jueces de la Cámara de Casación, en una sala por definir por sorteo, los que analicen nuevamente el caso y decidan.
Un tribunal impredecible
  • Jorge Ballestero: Camarista sala I
Juró como camarista federal en 2008, en lugar de Eduardo Vigliani. Antes fue juez federal. En sus últimos fallos desde fines del año pasado se mostró lejos del Gobierno, aunque ahora acompañaría el voto de Freiler, con quien más sintoniza en el tribunal
  • Eduardo Farah: Camarista federal
Actúa en la Sala I del tribunal, como suplente, y es titular en la Sala II. Llegó de la mano del auditor Javier Fernández. Sus últimos fallos, en consonancia con la ruptura de Fernández del Gobierno, fueron contra Boudou y el memorándum firmado con Irán
  • Eduardo Freiler: Camarista sala I
En 2004 juró como camarista federal. Outsider de la familia judicial, el ex fiscal federal favoreció al Gobierno en casos sensibles, pero luego pareció tomar distancia. Hasta ayer, cuando decidió que había que rechazar la denuncia de Nisman contra la Presidenta.
Fuente: LA NACIÓN.ar



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