Kaos en la Red - Por Fesp - Publicado en: 29 marzo, 2015
Gervasio
Sánchez: “La prensa española está tan domesticada que ya no hay nada que se
parezca al periodismo de investigación. Nos enteramos de la corrupción política
y del desfalco bancario con años de retraso“.
El
pasado miércoles 19 de marzo, el periodista Gervasio Sánchez recibió el Premio
Internacional Jaime Brunet a la Promoción de los Derechos Humanos, de la
Universidad Pública de Navarra. En su discurso de agradecimiento Sánchez tuvo
un emocionado recuerdo para quienes habían recibido este premio en sus
ediciones anteriores; tras lo cual señaló que “Es doloroso recordarlos
cuando ves cómo el oficio más bello del mundo vive su etapa más confusa y
oscura en un estado de mercantilismo permanente que destruye como un virus
letal los principios sagrados por los que muchos quisimos ser periodistas desde
la infancia.”
Seguidamente
el periodista laureado dedicó gran parte de ese discurso a realizar una
durísima crítica al ejercicio de la profesión en España y a la responsabilidad
de muchos de sus periodistas en esa situación. No tiene pérdida:
“La prensa española está tan domesticada que ya no
hay nada que se parezca al periodismo de investigación. Nos enteramos de la
corrupción política y del desfalco bancario con años de retraso.
¿Dónde estaban los periodistas especializados
cuando personas sin escrúpulos se estaban enriqueciendo o asaltando las arcas
del estado?
Yo les aseguro que estaban y sabían, pero callaban.
Las entrevistas menos exigentes a empresarios, políticos, banqueros, se han
hecho en este país cuando más saneadas estaban las arcas de los medios de
comunicación. Los periodistas comenzaron a autocensurarse mucho antes de que
políticos y banqueros los presionasen.
La crisis de identidad, un estoque de muerte para
nuestro oficio, empezó cuando directivos de medios reían las gracias a quienes
inflaban la tarta publicitaria. Muchos rehúyen hoy de tipejos como Miguel Blesa
como de la peste, pero ahí están las miles de fotografías de este personaje que
representa la corrupción institucionalizada con la flor y nata de la política,
el empresariado y el periodismo cuando se mostraba en todo tipo de actos
públicos como el virrey bancario de Madrid.
Vivimos una época curiosa, extremadamente cínica
en mi profesión. Periodistas que mantuvieron estrechas relaciones con los
poderes fácticos y que se encargaron de promocionar los intereses de sus amigos
políticos y económicos se disfrazan ahora de paladines de la independencia.
La vida de un periodista empieza en la cuna y
acaba cuando agoniza en la cama. Lo que vale es TODA LA VIDA. Cuenta lo que
hizo cuando era un responsable de un diario con intereses políticos y
económicos. Cuenta las veces que no fue capaz de enfrentarse a la maquinaria
infernal y prefirió no publicar historias que colisionaban con intereses ajenos
al periodismo.
Las biografías periodísticas son una secuencia de
etapas y vivencias, a veces labradas al calor de traiciones. Me molestan
aquellas biografías sesgadas que sólo muestran la parte edulcorada.
Hay periodistas que han estado años en puestos
claves de los medios de comunicación, han callado todo lo que ocurría y han
mandado temas importantes a la basura. Cuando se han ido del medio (por un ERE
o un despido improcedente) se han llevado una sabrosa indemnización (todavía
ocurre) y, es, entonces, cuando empiezan a despotricar. Acusan al medio de
haber censurado informaciones cinco o diez años antes, con un retraso
inaceptable, y empiezan su etapa independiente.
Con un buen pellizco en el bolsillo hablan de
otras formas de periodismo. Han sido capaces de callar cuando han echado a
otros compañeros en el pasado, han sido insolidarios con los colaboradores,
siempre maltratados económicamente salvo si perteneces a la espina dorsal del
medio y cuentas con el favoritismo de la empresa. Y ahora se ponen a dar
lecciones de moralidad y ética periodísticas.
Con todos mis respetos esta forma de actuar, más
común de lo que pensamos, no tiene nada que ver con la independencia, la
valentía o la solidaridad.
Yo les digo: por favor, hagan lo que quieran, pero
no manoseen conceptos sagrados que refuerzan la integridad moral de un
periodista.”
Gervasio
Sánchez continuó su intervención con críticas de no menor tenor a los gobiernos
europeos -con mención especial de los españoles- asegurando “que los
europeos seguimos patrocinando guerras en lugares alejados de nuestras vidas,
que somos los principales exportadores de armas ligeras y que corrompemos, sin
un ápice de duda, a cualquier gobernante sea elegido democráticamente o
reconvertido en un vulgar tirano o dictador, si está en juego nuestros
intereses mercantilistas”.
Y
señaló que “nuestro país, desprestigiado económicamente y sumido en la
desolación política, ocupa la séptima posición mundial en la venta de armas, un
inmejorable puesto en la champions league del mercadeo de la muerte.
Contarles que todos nuestros presidentes, desde la
muerte del anterior dictador hace casi 40 años, han ido multiplicando la venta
de armas hasta convertir a nuestro país en una de las grandes potencias,
violando sistemáticamente nuestras propias leyes de control de armas”.
Discurso completo de Gervasio Sánchez en: http://blogs.heraldo.es/gervasiosanchez/http://www.fesp.org/index.php/noticias/item/6103-dur%C3%ADsimas-cr%C3%ADticas-al-periodismo-espa%C3%B1ol
Fuente: Kaos en la Red
http://lascotidianasdeenrique,blogspot.com
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