domingo, 22 de marzo de 2015

El Gobierno reformula su estrategia electoral ante el crecimiento opositor



Scioli por un lado, junto a Recalde; Cristina con Randazzo y Kicillof, por otro; síntesis del juego de candidatos K. Foto: Archivo / Rodrigo Néspolo
Por Mariano Obarrio | LA NACION - Domingo 22 de marzo de 2015 | Publicado en edición impresa
Twitter: @marianoobarrio

 El gobierno de Cristina Kirchner escaló la tensión con los gobernadores del PJ tradicional luego de que hace una semana se conformó el frente electoral entre Pro, la UCR y la Coalición Cívica, que fortaleció al jefe de gobierno porteño y candidato presidencial Mauricio Macri (Pro) para las elecciones del 25 de octubre. La Presidenta reaccionó y dio luz verde a diversas operaciones para debilitar a otros rivales y disciplinar a la tropa propia.
Por un lado, ordenó intentar repatriar a gobernadores, intendentes y punteros que hoy están cerca de Sergio Massa (Frente Renovador) para que apoyen a los candidatos del Frente para la Victoria (FPV).
Por otra parte, el secretario legal y técnico, Carlos Zannini, redobló la presión sobre varias provincias gobernadas por el PJ para que incluyan candidatos "cristinistas puros" en las listas de diputados nacionales del FPV. Pero varios gobernadores o jefes territoriales le respondieron con muestras de rebeldía.
Según confiaron a LA NACIÓN fuentes de la Casa Rosada, "muchos le responden que no le metan mano en las listas porque del otro lado están Macri y la UCR". La conformación del frente Macri-Ernesto Sanz-Elisa Carrió desató profunda preocupación en el PJ por una posible derrota.
Por añadidura, muchos gobernadores del PJ pelearán el poder provincial contra candidatos radicales apoyados por Macri y por Massa al mismo tiempo, como en Jujuy, Tucumán, Mendoza o La Rioja, entre otras.
En ese contexto, los caciques del PJ acentuaron la presión sobre Balcarce 50 para que no siga desgastando a Daniel Scioli, el peronista mejor posicionado. Temen que Cristina no quiera ganar las elecciones para evitar que la destronen como jefa del PJ y en cambio desee convertirse en diputada y en jefa de un bloque leal de unos 50 o 60 diputados K.
"Los gobernadores le piden a Scioli señales de diferenciación de la Rosada", dijo a LA NACIÓN un allegado a esos jefes distritales. Pero ellos tampoco lo hacen en público.
Por eso la Casa Rosada movió fichas en la semana para calmar a los caciques. Bajó el miércoles a Julián Domínguez de la carrera presidencial y lo colocó en la pelea por la gobernación bonaerense. Y al día siguiente el diputado Carlos Kunkel dijo que el FPV tendrá sólo dos candidatos presidenciales: Scioli y Florencio Randazzo. Desactivó así rumores de que Cristina podría ser candidata a gobernadora bonaerense. Sería candidata a diputada nacional o al Parlasur, o ambas cosas a la vez. Muchos gobernadores que no tienen reelección podrían seguir el mismo camino.
El segundo mensaje estuvo dirigido a calmar a los gobernadores, con quienes negocia las listas, y a sindicalistas de la CGT. Mandó el mensaje de que Scioli jugará dentro del FPV y de que no será vetado por Cristina, aunque no todos están seguros de qué hará el Gobierno. Se deberían bajar Sergio Urribarri, que podría ir como vice de Randazzo, y Agustín Rossi, que podría ir a las listas en Santa Fe. No se descarta un tercer candidato con un perfil más ortodoxo, que podría ser Jorge Taiana o Axel Kicillof. "Hay que sumar en las PASO por varios frentes, como Macri, Sanz y Carrió", dicen. Kicillof también podría ser vice de Scioli.
La irrupción del frente macrista-radical le quitó al kirchnerismo la esperanza de un triunfo en primera vuelta si Scioli o Randazzo sacaban más de 40 puntos y Macri y Massa no superaban los 30.
Cambió el escenario electoral. Cristina les ordenó a Zannini, a Randazzo y a Domínguez recuperar gobernadores, intendentes y punteros que dudan de su relación con Massa, aunque el ex intendente de Tigre está convencido de que ingresará en el ballottage. Zannini busca repatriar al gobernador massista de Río Negro, Alberto Weretilneck. En el conurbano, Domínguez y Randazzo, sumado a la gestión de Aníbal Fernández, recuperaron al intendente de Escobar, Sandro Guzmán, y le apuntan al de Pilar, Humberto Zúccaro. Tienen en la mira a dirigentes y punteros de San Miguel y de Malvinas Argentinas.
En las PASO, Domínguez competiría por la gobernación contra Diego Bossio, Patricio Mussi y Sergio Berni, alentado por sus encuestas.
Los gobernadores del PJ más reacios a aceptar candidatos de La Cámpora son los de Mendoza (Francisco Pérez), Salta (Juan Manuel Urtubey), Tucumán (José Alperovich), Jujuy (Eduardo Fellner), Formosa (Gildo Insfrán) y San Juan (José Luis Gioja).
El senador Miguel Ángel Pichetto, candidato a gobernador del FPV en Río Negro, discutió el miércoles con Zannini y con el jefe de La Cámpora, Andrés Larroque, por las listas de legisladores provinciales. Sólo aceptó dos camporistas de once que saldrán elegidos. Y promete discutir la nómina nacional. Otras provincias reticentes son Santa Fe, La Pampa y Chubut. Las de fuerte indefinición son Buenos Aires, Catamarca, La Rioja y Santa Cruz.
En Santiago del Estero, Cristina quería controlar el PJ local para digitar las boletas con La Cámpora. Pero se suspendieron las elecciones de autoridades. Zannini reunió al apoderado del PJ, Jorge Landau, a Larroque y a José Ottavis. Landau insistió ante la jueza María Servini de Cubría para que se hicieran los comicios. Quieren sumar bancas por el PJ y por el zamorismo.
Randazzo: "No haré nada que no corresponda"
El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, dijo ayer públicamente que "se queden tranquilos los argentinos, que no voy a hacer nada que no corresponda". Y agregó: "Mi situación ya ha sido conversada con la presidenta de la Nación y será ella la que tome la decisión cuando lo considere necesario".
Fue en respuesta a los diputados Elisa Carrió y Fernando Sánchez, de la Coalición Cívica, que denunciaron ante la Cámara Nacional Electoral la incompatibilidad del cargo del ministro del Interior, que organiza las elecciones y administra los fondos para las campañas y al mismo tiempo es precandidato presidencial del Frente para la Victoria.
Sánchez le respondió y aseguró: "La respuesta del ministro para explicar la incompatibilidad de sus funciones para los próximos comicios es ridícula e inverosímil. ¿Cómo un funcionario de un gobierno que desconoce el concepto de ética nos va a prometer que va a hacer lo correcto?".
Fuente: LA NACIÓN.ar
http://lascotidianasdeenrique.blogspot.com
    




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