miércoles, 18 de marzo de 2015

Arroyo Salgado acusó a Fein de no investigar un crimen y pidió que la jueza asuma el caso



Por Hernán Cappiello | LA NACION - Martes 17 de marzo de 2015 | Publicado en edición impresa
Sandra Arroyo Salgado, la ex esposa del fallecido fiscal Alberto Nisman, multiplicó ayer la presión sobre la fiscal que tiene a su cargo la investigación de la muerte, Viviana Fein. La viuda pidió que la jueza Fabiana Palmaghini asuma la investigación del caso en un escrito en el que descargó sus críticas sobre el modo en que la fiscal realiza sus averiguaciones.
La acusó de sólo investigar la hipótesis de suicidio y no la del homicidio, que impulsa Arroyo Salgado en representación de las hijas de su matrimonio con el fiscal muerto.
El escrito de Arroyo Salgado ingresó en el juzgado de Fabiana Palmaghini el viernes cerca de las 13.30, cuando estaba concluyendo ya el horario judicial.
La jueza se va a tomar unos días para resolver qué decisión adopta, pero en principio fuentes de tribunales especularon con que podría rechazar el pedido de Arroyo Salgado. Esto es así porque no se estaría dando ninguno de los supuestos que la ley prevé para que la jueza Palmaghini asuma la causa de una muerte con autores desconocidos. Es decir, Arroyo Salgado no imputó ni pidió la indagatoria de un posible autor, lo que obligaría a Fein a cederle la instrucción a la jueza, ni recusó formalmente a la fiscal.
Los argumentos de Arroyo Salgado para pedir que Fein deje la causa se basan en el modo en que la investigó. Le criticó que hubiera dedicado un tiempo excesivo a la toma de declaraciones testimoniales y no realizara otras medidas de prueba.
Fundamentalmente le criticó no centrarse en la investigación de un homicidio y focalizarse en la hipótesis del suicidio.
Sin embargo, Arroyo Salgado no recusó a la fiscal, y sólo criticó sus medidas y cómo llevó adelante la causa. En su escrito insistió en las insinuaciones sobre la figura de Diego Lagomarsino, el ex empleado de la fiscalía de Nisman que dijo que le llevó la pistola calibre 22 con la que fue disparada la bala mortal que acabó con la vida del fiscal.
Por entregar el arma, Lagomarsino podría estar incurso en el delito de suministrar un arma a quien no tiene licencia para usarla. Si esa imputación se hubiera formalizado y hubiera sido indagado por ese delito, la fiscal debería dejar el caso en manos de la jueza. Pero esto no ocurrió.
Arroyo Salgado viene sumando indicios que parecen apuntar a Lagomarsino al adjudicarle un rol más activo en la muerte de Nisman, que va más allá de la sola entrega del arma. Sin embargo, no le imputó formalmente ser el autor del homicidio.
La jueza Palmaghini formó un incidente con este escrito de Arroyo Salgado y resolverá en dos o tres días.
En la fiscalía se quejaron del escrito de la querella. Les parecen injustas las críticas de la ex mujer de Nisman. Le reprochan a Arroyo Salgado que los peritajes sobre las computadoras del fiscal estén paralizados por pedido de la querella, que primero pidió dilatarlos y luego se opuso a que continúen adelante cuando empezaron a surgir elementos que los querellantes entendieron que podían significar una vulneración de la intimidad de Nisman. Las mismas demoras se dieron con los estudios que se realizan sobre los videos de las torres Le Parc.
Además, en la fiscalía le reprochan a Arroyo Salgado que hubiera presentado su estudio pericial incluyendo un estudio criminalístico, a sabiendas de que en el expediente ese trabajo aún no se había realizado.
Para compararlos, Fein resolvió que va a encargar un trabajo de este estilo al perito Enrique Prueger.
Este experto, que se dedica a la actividad de manera privada en Neuquén, donde tiene un instituto de criminalística que lleva su nombre, intervino en resonantes casos con controversiales teorías.
En el crimen del soldado Omar Carrasco, que significó el fin del servicio militar, apoyó la teoría que llevó a la condena de tres militares por el castigo infligido al conscripto; actuó en el caso de la muerte de Carlos Menem (h.) avalando la teoría de un francotirador, descartada por la justicia; participó en el caso del Triple Crimen de Cipolletti, y asesoró a los padres de María Soledad Morales en Catamarca. No hay caso mediático que no lo haya tenido entre sus protagonistas. La televisión lo suele mostrar enfundado en un traje blanco que le cubre de la cabeza a los pies, para no contaminar la escena.
Rusconi, crítico
La presentación de Arroyo Salgado ante Palmaghini para pedir que asuma la investigación del caso mereció las críticas del abogado de Lagomarsino, el penalista Maximiliano Rusconi. "El pedido nos sorprende muchísimo, porque, en todo caso, las críticas sobre las demoras en cabeza de la fiscalía son igual o más claras en la querella, que nunca había pedido el allanamiento en 50 días y cuando lo pidió se lo dieron de inmediato", se quejó el letrado.
"Es jurídicamente incorrecto: no corresponde que el juez instruya en un caso NN (con autor desconocido). Claramente el objetivo de ese planteo es obstaculizar la investigación. Si la querella quisiera profundizar la investigación, podría facilitar las testimoniales de la madre y la hermana de Nisman, que son consecuencia directa de la suya del lunes y está siendo difícil coordinar para que se presenten. Podría colaborar con el peritaje del GPS que usaba Nisman y reactivar el peritaje sobre la computadora de Nisman. Tres líneas que pueden ser muy importantes para la investigación", reclamó el abogado de Lagomarsino..
Fuente: LA NACIÓN.ar
http://lascotidianasdeenrique.blogspot.com

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