La aeronave sanitaria comprada por Presidencia se
vio envuelta en un debate sobre si podía trasladar desde Artigas a tres
personas quemadas que luego fallecieron. Vea el video
El Observador / Melissa Lewis - 03.03.2015, 05:00 hs
Fue allá por 1955 cuando un ómnibus de la empresa Onda
volcó al cruzar el puente de San Ramón, sobre el río Santa Lucía, que se
realizó el primer rescate con un helicóptero en Uruguay. “La gente saltaba, se
tiraban al agua, algunos quedaron colgados de los árboles”, contó a El
Observador el jefe de Operaciones Aéreas del Escuadrón N°5, capitán Jorge
Andrés Silveira. En esa oportunidad rescataron a tres personas con una cuerda.
“Se prendían y los cinchábamos. Esto es una clara evolución” agrega señalando
la aeronave Airbus Helicopters AS- 365 “Dauphin” adquirida por Presidencia de
la República en mayo de 2014, que cuenta con todo el equipamiento médico
necesario para trasladar a pacientes graves o personas que están aisladas en
las zonas más profundas del interior y que no puede acceder a un centro médico
de forma rápida.
Este helicóptero, que costó cerca de US$ 5 millones, es
una unidad de terapia intensiva de traslado aéreo con el mismo funcionamiento
que una ambulancia de emergencia móvil y podrá ser utilizado por todos los
prestadores del Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS) cuando lo requieran.
No es para cualquier paciente, sino para aquellos que reúnen las condiciones
establecidas en los protocolos de emergencia.
Se trata de una aeronave de procedencia francesa, de
mediano porte, que tiene bajo nivel de vibraciones y es uno de los más rápidos
a nivel civil. Es del mismo modelo del de Presidencia, que se utilizaba
anteriormente para estos casos, y tiene una autonomía de cuatro horas, o 900
kilómetros. Actualmente está de guardia en la Brigada Aérea I de Montevideo
pero la idea es trasladarla para que su base operativa este en el interior del
país, a un departamento del interior, como por ejemplo Durazno, para que los
traslados sean más rápidos.
Puede aterrizar en lugares regulados, como helipuertos,
o en zonas de difícil acceso como puede ser una ruta, un camino, el campo. En
las áreas no preparadas se busca siempre un informante de policía caminera que
este entrenado para que describa el lugar y los obstáculos. Si es de día, tiene
que haber un área aproximada de 40 x 40 metros libres para poder aterrizar. No
puede haber cables ni árboles. En el caso de que el aterrizaje se realice en la
noche el área tiene que ser del doble de tamaño, entre 60 y 80 metros, porque
la visión del piloto es más reducida. Además, hay analizar en profundidad la
meteorología y la información del lugar.
La velocidad que alcanza es 140 nudos, 350 kilómetros
por hora aproximadamente, pero depende de la altura y del viento que haya en el
momento. El tiempo de vuelo desde Artigas a Carrasco, que es uno de los más
largos dentro del país, es de entre 2:00 y 2:30 horas, pero como hoy la
aeronave está en Montevideo son al menos cinco horas de recorrido más el tiempo
que lleve la recarga de combustible.
“Una de las veces estábamos haciendo un traslado de un
bebé en una incubadora y la batería del aparato se estaba descargando. En la
mitad del vuelo, en Durazno, tuvimos que parar para cargarla y después
seguimos”, contó Silveira.
“Otra vez voló en condiciones adversas cuando
todavía no teníamos preparado el equipo para trasladar a un paciente que estaba
internado en el CTI de Rocha, producto del vuelco de un ómnibus de la empresa
EGA, cuando retornaba de Brasil. Ser llevado rápidamente a Montevideo era la
única chance que tenía de vivir, y hoy está con su familia. Ese fue el
paradigma de la voluntad de servicio que hay en las instituciones”, agregó.
También se hizo la asistencia a un parto en una localidad de Tacuarembó y
la madre le puso Delfina haciendo honor al helicóptero que se llama “Delfín”,
una niña que estaba en Paraná y fue trasladada a Maldonado fue el último viaje
que realizó.
Históricamente la Fuerza Aérea Uruguaya hizo traslados
de personas enfermas, pero no contaba con recursos ni equipamiento como este.
Desde que llegó se han realizado cinco traslados.
El personal sanitario con el que cuenta en un vuelo de
emergencia es un médico y un enfermero. Además viajan piloto, copiloto y
técnico de vuelo. Si bien la aeronave cuenta con dos camillas solo es posible
trasladar a un paciente en estado crítico. En el caso de que haya varias
víctimas va a depender del criterio médico en la urgencia de los casos.
“Cualquier cosa que se mueve, ya sea por tierra o aire,
genera efectos adversos en los pacientes. Por vía aérea se agregan algunas
otras imitaciones que tiene que ver sobre todo con las condiciones climáticas
de vuelo, con el área de aterrizaje, pero la ventaja para el helicóptero es que
llega a donde no hay vías de acceso. Todos tienen sus fortalezas y sus
debilidades. Si uno tiene una emergencia arriba de una ambulancia terrestre le
dice al chofer que pare, eso en el helicóptero no se puede hacer”.
La FAU cuenta con una planilla de 30 pilotos activos,
que tienen conocimientos básicos sobre salud y cómo se comporta el cuerpo
humano en un vuelo que está disponible para realizar los traslados.
Por otro lado, en cuanto a capacitación, el año pasado
se hizo un llamado a interesados en realizar el curso de medicina aeronáutica,
dictado por integrantes de la Unasev, del Departamento de Emergencias del
Hospital de Clínicas, del Hospital Policial y Fuerza Aérea Uruguaya. Se realizó
en dos oportunidades, setiembre y diciembre, y se formaron 30 médicos y 30
enfermeros. Además se está en trámites con el Ministerio de Defensa para
reforzar también los recursos de la FAU porque en un futuro se planea tener al
menos tres helicópteros.
¿Qué pasó con los enfermos de Artigas?
El pasado 15 de febrero tres personas quedaron atrapadas
en medio de las llamas, tras un accidente con una garrafa improvisada que
explotó dentro de un kiosco de comidas, en la ciudad de Artigas durante el
carnaval. Con graves quemaduras fueron trasladadas al C.T.I. de esa ciudad y
luego en ambulancia a Montevideo, donde finalmente murieron. La opinión pública
e incluso algunos políticos cuestionaron con firmeza - unas 12.000 personas
marcharon en Artigas - la demora del viaje (diez horas) de Artigas a Montevideo
y la no utilización del helicóptero sanitario, con el que el tiempo se
reduciría. Desde la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) se
expresó que, junto con el Centro Nacional de Quemados del Hospital de Clínicas,
se consideró que el traslado se realizó en las mejores condiciones posibles y
que el viaje aéreo no es recomendable para todos los pacientes.
Para el presidente de la Unidad Nacional de Seguridad
Vial (Unasev), Gerardo Barrios, la utilización de este recurso aún no está
totalmente “aceitado” por las instituciones, porque es parte de un proceso que
se inicia que tiene que ver con la mejora en la atención en todo el territorio
nacional y para el que se creó el año pasado el Sistema de Atención Médica de
Emergencia 105 (SAME 105) que centralizará y coordinará todos los servicios de
emergencias.
El helicóptero sanitario sería una herramienta más en
conjunto con las emergencias móviles terrestres y trabajaría en coordinación
con la Federación Médica del Interior (FEMI), el Sistema Nacional de
Emergencias (Sinae), el Centro de Comando Unificado 911, las Fuerzas Aéreas y
Bomberos. Se creó también, dentro del Ministerio de Salud Pública, la Comisión
de Medicina Aeronáutica que será la encarga, entre otras cosas, de establecer
los protocolos para el traslado de pacientes. Pero aún falta poner en marcha
toda la operativa, que según indicó Barrios comenzará a funcionar en los
próximos meses. “Quizás lleve un poco más de tiempo. Lo mismo que pasó con el
servicio 911, hasta que no salió la gente llamaba a todas las móviles para ir a
buscar a un lesionado. Las dificultades son propias del desarrollo de un nuevo
servicio”, explicó Barrios. “La adquisición de aeronaves sanitarias de esta
magnitud fue planteada hace más de 15 años, en distintas administraciones, y
nunca se había llegado a nada”, añadió.
“Cuando haya la posibilidad de trasladar a alguien por
vía aérea la llamada va a ser al 105 y allí una dirección médica va a resolver
las condiciones, si hay indicaciones, y si se está dentro de los protocolos de
activación del servicio”, añadió. “Todo esto se hace con recursos nacionales,
con la fortaleza que cada institución tiene. Sería impensable si no tuviéramos
equipos comprometidos con el tema, como en el caso del Hospital de Clínicas,
con el Departamento de Emergencias, encargado de la formación y capacitación
del personal o el Hospital Policial con su vasta experiencia en recibir
pacientes en helicópteros. Los hechos que han ocurrido en los últimos días
demuestran la necesidad de poner en marcha este sistema”, continuó el
presidente de Unasev.
Por otra parte, si bien en un comienzo se pensó para los
pacientes traumatizados graves, también servirá para aquellos que tengan
enfermedades “tiempo dependientes” o coronarias que requieran viajar con
rapidez a tratarse.
Fuente: El Observador.com.uy
http://lascotidianasdeenrique.blogspot.com
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