Los yacimientos de
Valentines fueron descubiertos hace más de 50 años.
Aunque el Parlamento le dio plazo hasta noviembre al gobierno para negociar
un contrato con la minera Aratirí, más dudas aparecen sobre la viabilidad del
proyecto de la empresa que informó el mes pasado a los productores de la zona
donde planea extraer hierro que no les pagará más los derechos de servidumbre
de paso y los cánones porque en este momento carece de liquidez.
El País.com.uy / Juan Pablo Correa -
jue abr 2 2015
De hecho, pagos que ya debería haber hecho no los hizo. En el proyecto de
Aratirí había depositado grandes esperanzas el anterior gobierno para dinamizar
una zona deprimida del este del país, pero cada vez su concreción aparece más
difícil.
El anuncio fue hecho en una reunión realizada en el Club Democrático de la
localidad de Cerro Chato por la gerente general de Aratirí, Helga Chulepín, a
una veintena de productores. La empresa planteó dos alternativas a los
productores: o que le inicien un juicio o que aguarden hasta la terminación de
las negociaciones entre el gobierno para firmar un contrato que permita la
extracción del hierro. Hasta que eso no ocurra, no cobrarían.
Ruben Barrera, productor de Durazno en la Octava Sección, participó en la
reunión y dijo a El País que hay al menos 70 productores involucrados en la
situación.
La empresa argumenta que como no ha podido comenzar a trabajar no cuenta
con recursos, pero para Barrera "un contrato es un contrato" y
debería ser cumplido.
"Estoy pensando pero el juicio sería la última opción", dijo
Barrera. Explicó que lo que llama la atención a los productores es que los
montos adeudados no deberían representar un problema para una empresa del porte
de Aratirí.
Los productores no dieron una respuesta a la empresa con la que habría una
nueva reunión después de Semana Santa. Entre ellos no hay unanimidad respecto a
qué pasos dar porque también son diferentes los acuerdos que cada uno tenía con
la minera. La posibilidad de realizar juicios genera dudas por lo elevado su
costo. Los productores en su mayoría son pequeños y medianos. Barrera es
escéptico respecto al proyecto. "Siempre lo vi muy lejos. Yo no dejé de
hacer cosas e invertir en mi campo y no me puse nervioso", señaló.
Gustavo Sclavo es propietario del establecimiento en Florida donde está la
mina Morochos (una de las cinco que planeaba explotar Aratirí ). Sclavo dijo a
El País que la empresa siempre había pagado pero ahora aduce no tener liquidez.
"Ya no nos asombra nada ni de parte de la empresa ni de parte del
Estado", señaló. Sclavo comentó que la actividad de Aratirí en su predio
le generó diversas dificultades, como tener que cambiar las porteras porque el
personal de la empresa las dejaba abiertas, y tener que establecer un camino
para los vehículos que transitaban por diferentes lugares cada día y le
afectaban las pasturas. Sclavo dijo que a esta altura espera que el proyecto no
se concrete porque si la empresa extrae hierro deberá abandonar su
establecimiento ganadero en el que quedará un gran agujero. Los productores en
la zona son en general ganaderos y ninguno sobrepasa las 1.000 hectáreas,
señaló. La zona este del departamento de Durazno tiene además la alternativa de
la producción forestal.
La desconfianza ante la empresa alcanza también al sindicato metalúrgico
(Untmra) al que pertenecen los empleados de Aratirí. El dirigente sindical
Francisco da Silva, dijo a El País que 90 de los trabajadores de la firma están
en el seguro de paro y solamente cinco realizan algunas tareas de mantenimiento
en la zona. La situación preocupa porque su seguro de paro vence en junio y
plantearán en los próximos días su situación al ministro de Trabajo, Ernesto
Murro. Más de 30 mujeres están percibiendo el seguro de paro. La situación es
preocupante, además, porque la zona en la que iba a funcionar Aratirí está
deprimida, no tiene industrias ni posibilidades laborales y los indicadores
sociales son "nefastos", agregó.
Sclavo reconoció que en la zona se había generado expectativa entre los
jóvenes por el impacto de Aratirí desde el punto de vista de la creación de
empleo. "No hay una UTU cerca. Los comercios tienen poca variedad de
productos. No hay industrias. La ruta 7 está en mal estado", agregó el
productor para ilustrar el rezago de la zona.
Manuel López, secretario del Interior de la Untmra, señaló a El País que el
sindicato mantendrá reuniones este mes con la ministrada de Industria, Carolina
Cosse, para analizar la situación y confía en que se extenderán los seguros de
desempleo. El sindicato metalúrgico está dispuesto a estudiar alternativas
aunque incluyan la extracción de cantidades de hierro inferiores a lo
originalmente planeado, porque entiende que el precio internacional del hierro
está muy deprimido y la rentabilidad del proyecto es hoy dudosa. La Untmra dará
su posición oficial sobre la situación el 21 de abril.
Efectivamente, el hierro es uno de los productos que más ha declinado en el
actual ciclo bajista de los "commodities". El precio "spot"
se derrumbó ayer y acumula un retroceso de más de 10% en lo que va de la
semana. Ayer retrocedió 3,9% y terminó en US$ 49 la tonelada. Aratirí siempre
ha dicho que necesita, para hacer rentable su producción, que la tonelada ronde
los US$ 100. Es que el consumo de acero (fabricado con hierro) en China, ha
caído. Ese país importa más del 70% del hierro del mundo pero sus compras
cayeron el año pasado por primera vez desde 1995. Esa caída coincidió con una
abundante oferta. El hierro perdió 47% en 2014 y casi 30% en lo que va de 2015.
Así, la producción mundial se concentra en pocas empresas y se han cerrado
minas de menos rendimiento o donde los costos de extracción son altos. Se trata
de un mineral relativamente abundante en el mundo. El principal yacimiento
uruguayo está en Valentines aunque también se lo encuentra en Rivera (ver nota
aparte).
En cualquier caso, de concretarse, el proyecto de Aratirí tendría un porte
muy inferior al originalmente previsto. Se suponía, en un primer momento, que
implicaría la exportación de 18 millones de toneladas anuales de hierro. Pero
el último plan que presentó al gobierno del expresidente José Mujica preveía la
exportación de solamente 1,5 millones de toneladas anuales. Y ya no se
embarcaría en las costas de Rocha a donde llegaría a través de un ducto sino
que saldría por el puerto de Montevideo. No está claro de qué forma llegaría el
mineral porque la infraestructura ferroviaria no está en condiciones para
soportarlo. Desde que asumió el nuevo gobierno, ningún funcionario ha hecho
consideraciones sobre el proyecto Aratirí aunque, como candidato, el presidente
Tabaré Vázquez siempre se manifestó favorable a la minería de gran porte a
cielo abierto.
Grupo Zamin Ferrous con problemas en
Brasil.
Aratirí (del grupo Zamin Ferrous del magnate indio Pramod Agarwal) está en dificultades también en Brasil, donde suspendió su producción en una mina del estado de Amapá (norte del país). Anglo Ferrous, empresa que le vendió el yacimiento en US$ 270 millones, dijo que nunca utilizó el dinero que se le entregó para reparar el puerto de Santana, donde se embarcaba el hierro y que quedó inutilizado por un derrumbe en 2013.
Agarwal fundó su empresa en 2005 y tiene miles de millones de dólares. Su
proyecto original en Uruguay suponía la extracción de hierro durante 20 años y
la creación de 1.300 puestos de trabajo directos y 10.000 indirectos. La
empresa aseguraba que invertiría US$ 3.000 millones. En la mina de Las Palmas
en Durazno (la más grande de las que planeaba explotar) iba a producir el 50%
del hierro.
Ambientalistas ven maniobra para
retener derechos mineros.
Para los ambientalistas el proyecto reducido de Aratirí es una maniobra para conservar los derechos mineros un tiempo más. Según Raúl Viñas, uno de los dirigentes del movimiento que quiere prohibir la minería a cielo abierto en Uruguay, la empresa terminará presentando un proyecto escrito —todavía no lo ha hecho— para ganar tiempo. Incluso podría estar apostando a, con un proyecto más pequeño, quedar por fuera de las disposiciones de la ley de minería y así buscar una extensión de sus derechos. Esperaría que se revierta la tendencia a la baja en el precio del hierro, algo que por el momento no parece probable.
Los ambientalistas tienen la intención de seguir recolectando firmas para
que se vote en referéndum la prohibición de la minería a cielo abierto porque
consideran igualmente negativo el nuevo proyecto. Rechazan el plan de cierre
presentado por Aratirí, advierten por la posible contaminación del aire y
aducen que la minería no es una actividad para zonas de pradera. "No hay
remediación posible para una zona que se dedicó a la minería", considera
Viñas. Sostiene también que el viento esparcirá el mineral extraído que quedará
en las denominadas "pilas de estériles" y eso puede ser nocivo.
El 21 de marzo en el club Democrático de Cerro Chato los militantes contra
la minería presentaron 1.000 firmas contra Aratirí y festejaron cinco años de
manifestaciones. Cerro Chato y Valentines, sumados, tienen menos de 3.500
habitantes.
Fuente: El País.com.uy
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