viernes, 13 de marzo de 2015

Uno de los mayores fracasos y el peor legado K



Por Jorge Oviedo | LA NACION - Jueves 12 de marzo de 2015 | Publicado en edición impresa
Si en algo fracasó rotundamente el kirchnerismo y su continuación, el cristinismo, es en el sector energético completo. Es esa crisis que creó el propio Gobierno con sus ruinosas políticas la que llevó a la escasez de dólares, al cepo cambiario, a la dependencia de las importaciones de gas, a la pérdida del superávit comercial y al colapso de las redes de distribución.
El Gobierno estimuló y subsidió a mares el consumo, mientras desalentaba las inversiones. La fórmula es catastrófica y aún se mantiene.
Tal como advirtió LA NACION en enero, en diciembre de 2014 no se repitieron los cortes catastróficos de diciembre de 2013 porque hizo mucho menos calor y cayó significativamente la demanda. El Ministerio de Planificación respondió a los datos comparativos con un comunicado lleno de agravios y descalificaciones. Bastó que en el mes en curso haga el calor que no hizo entre noviembre y febrero últimos para que vuelvan los cortes, que son básicamente por el colapso de las redes de distribución.
La acusación a las empresas privadas del área metropolitana es absurda. Esas compañías están virtualmente estatizadas desde hace años. Obligadas a perder dinero regalando su servicio y obteniendo con cuentagotas, y según el capricho de los funcionarios, compensaciones insuficientes. Nadie invierte en un mercado así.
¿No tiene Jorge Capitanich el deshonroso récord de un apagón en ocasión de un partido de la selección nacional de fútbol en su provincia, con compañía estatal distribuidora?
La crisis es sistémica y tardará mucho en arreglarse. El Gobierno pone parches y hace propaganda. Como con la puesta a plena potencia de la central Atucha II. La Autoridad Regulatoria Nuclear lo autorizó a operar al ciento por ciento en enero. Pero no se hizo hasta el 18 de febrero último, en un pomposo acto de campaña con el que Cristina Kirchner intentó opacar la marcha de ese día en homenaje al fallecido fiscal Nisman.
La central tiene 745 MW de potencia nominal. Operó a pleno muy pocos días, según los datos oficiales. Trabaja desde entonces por debajo del 80%, con 190 MW reportados como "indisponibles".
Los anuncios de Cristina Kirchner sobre una Argentina líder en tecnologías nucleares no se ven materializados. El martes último, a la hora del pico, la generación de ese origen no llegaba a cubrir el 4 por ciento de la demanda de potencia.
La reserva total era de menos del 10%. Es decir, muy cerca de un problema colosal en la generación. Atucha II tenía indisponibles 190 MW. No alcanzaba así a compensar la caída de la producción de la también nuclear Embalse, que debe ser detenida para que se le alargue la vida útil. Casi no había reserva térmica disponible: apenas 35 MW. Los "cortes programados no anunciados" no son una novedad. El Gobierno no los revela porque no quiere reconocer que con un arranque y un contexto muchísimo más favorables termina con una crisis parecida a la del final de la presidencia de Raúl Alfonsín.
Logros dudosos
LA NACION ya había revelado que las distribuidoras -con la autorización de las autoridades- comienzan a cortar cuando detectan que alguna porción de la distribución se aproxima al colapso. Un estallido e incendio de una cámara transformadora o el quemado de cables subterráneos no sólo causan un apagón, sino que la reparación es costosa, y demora. Se opta por interrumpir el servicio antes de alcanzar ese límite. Pero no se dice. Como tampoco se confesó que Atucha II hacía "un piquecito" y de inmediato volvía a trotar. No importa, en Twitter aparece todo el tiempo un "trino" patrocinado (pagado) por Nucleoléctrica Argentina Sociedad Anónima (NASA es la sigla, aunque parezca un error). Reza: "#Orgullosos100x100 de la Central Nuclear Néstor Kirchner que ya opera a plena potencia. #PlanEnergéticoNacional". Lo que no se dice es que la marcha al ciento por ciento duró, justamente, lo que un tuit.
La política energética fracasó luego de llevar al descalabro a la propia YPF. Los intentos desesperados por recuperar la producción de gas van, en algunos casos, en la dirección correcta, pero no darán frutos significativos antes de que Cristina Kirchner complete su mandato.
Los funcionarios parecen tener terror de que haya un accidente serio, ya sea por un colapso en la distribución en un área extendida, por un accidente en la generación o porque la necesidad de importar cada vez más descalabre el muy vulnerable mercado cambiario.
Por eso, todos rezan para que lleguen lo antes posible las temperaturas otoñales.
Incendio y falla en una central de Rosario
La ciudad de Rosario volvió a sufrir ayer numerosos cortes de luz en distintas zonas. El problema principal fue un desperfecto en la estación transfor-madora centro dependiente de la Empresa Provincial de la Energía (EPE), que generó apagones en la ciudad. Esto provocó, además, que varias zonas de Rosario permanezcan sin agua potable por varias horas, debido a la falta de energía en la central de rebombeo de Aguas Santafesinas de Ocampo y Dorrego. Según precisaron voceros de la empresa proveedora del suministro, el inconveniente ocurrió a las 17.40 de ayer en un cable de alta tensión, que generó un incendio..
Fuente: LA NACION.ar



No hay comentarios:

Publicar un comentario